18.4 C
Tijuana
jueves, septiembre 19, 2024
Publicidad

De la diversión a la reflexión

Bajo la dirección de Diego del Río, los actores María Rojo, Salvador Sánchez y Ari Telch presentan una historia conmovedora, reflexiva, llena de matices, donde el público podrá reír y llorar con “El Chofer y la Señora Daisy”, que aborda desde la codependencia, el paso del tiempo, enfermedades, la situación racial y social, hasta la profunda amistad. Daisy es una profesora judía de 72 años codependiente de su hijo Bobby Brooks, de mal carácter, autoritaria y solitaria, a quien después de chocar su carro, su vástago la obliga a emplear a un chofer de raza negra al que rechaza desde la primera vez que lo ve, pero que tiene que soportar por obligación de su primogénito. Es el tiempo, la cercanía, la necesidad de compañía y el cariño lo que forja una gran amistad entre ambos personajes, entrañable y sincera al paso de los años. Adaptada de la obra Alfred Uhry, dramaturgo estadounidense que en 1988 ganó el Premio Pulitzer, la puesta en escena bajo la producción de Juan Torres y Guillermo Wiechers trae como antecedente excelentes críticas, así como la aceptación del público que ha tenido oportunidad de verla en la Ciudad de México, gracias a la combinación de reconocidos actores con el talento del joven director Del Río. En entrevista con ZETA, María Rojo dijo haber encontrado el personaje ideal para regresar al teatro, tras 17 años de ausencia. “La obra me llegó en el momento justo porque antes estaba muy ocupada en otras cosas y no podía dedicarle las 24 horas al teatro. Haber aceptado este personaje me ha dejado muchas cosas muy lindas, desde aplausos de pie, bonitas críticas; la gente la ha recibido muy bien porque es una obra bellísima, para toda la familia, divertida, emotiva que hace reflexionar”. Aunque María no tiene la edad de Daisy, ha sabido adaptar el personaje para hacerlo suyo de tal manera, que la gente vea a esa anciana de 72 años y además lo crea.  “Me parece un personaje que cualquier actriz diría ‘qué bombón hacerlo’, una delicia para cualquier actriz, porque es una historia muy real, de una mujer que empieza a perder sus capacidades, y sobre todo a mí me gusta mucho la parte que tiene sobre la amistad, que está más subrayado en la obra de teatro, no tanto en la película. Para mi gusto, creo que la obra de teatro es más emotiva que la película”, reflexionó María Rojo. De los afectos que actualmente el ser humano ha ido perdiendo con el paso del tiempo, comentó: “Creo en esa necesidad de volver a las cosas humanas, a las que aparentemente son más simples, pero son las que nos dejan un buen sabor de boca y podemos reflexionar en las cosas que de verdad valen en la vida, como la amistad, la familia, el amor”. La actriz de cintas como “El Infierno”, “El Callejón de los Milagros” y “Rojo Amanecer”, aseguró que su personaje está tan bien escrito que ella solo presta su cuerpo, “que es con lo que trabajo, la Señora Daisy está perfectamente escrita, yo le aporto todo lo que yo puedo hacer con mi creatividad, con mi sinceridad y mi experiencia de actriz; pero yo creo que la señora Daisy, como el chofer Jack y como mi hijo Bobby, están tan magistralmente escritos que uno no tiene más que empalagarse, disfrutando haciendo estos personajes que creo que cualquier actor y cualquier actriz estarían muy orgullosos de hacer”. Por su parte, el actor Salvador Sánchez, quien se inició en el terreno del teatro en los 70s y también ha fungido como director en telenovelas, habló sobre Jack, el chofer, personaje que le toca recrear cada tarde en el escenario, así como lo grato que es trabajar con dos colegas y amigos. “En el momento que leí la historia dije ‘yo quiero’, quiero hacer ese personaje. Empezamos a ensayar y no fue fácil, porque en la historia éste es un negro (el chofer) y yo soy bastante morenito, pero no soy negro, y era un poquito como mi reto de hacer a un negro; pero el director Diego del Río, que es un espléndido director joven (25 años), me dijo: ‘Vamos a jugar a base de que el público crea’ (que sí lo es)”. De igual manera, el hecho de que la gente vea un carro en escena, mismo que no está físicamente, juega un papel muy importante en la historia. “Obviamente no hay un coche como tal, todo es sugerido y lo maravilloso es que el público se cree que yo soy un negro, se cree que María es una señora que está desde los 72 años a los 97, y que hay varios carros de diferente modelo en escena y todo con elementos, a base de un trabajo tanto de dirección como de actuación”, explicó Sánchez. La obra se centra en los años 40s donde los prejuicios raciales eran el pan de aquellos días, situación que viven Daisy, quien es judía, y Jack, un afroamericano. “Obviamente hay un trabajo, un oficio y un talento que nos hace de alguna manera con el tiempo adentrarnos en los personajes, llegarlos a tocar, ser absolutamente sincero y honesto con uno mismo y con el personaje; pienso que eso es lo que trasmite de alguna manera, es un trabajo un poquito más interior, haber observado comportamientos, toda una serie de cosas que hay que hacer, además de ir imaginando cosas y tener las suficientes imágenes como para fortalecer todo esto que está ocurriendo en el escenario”, expresaron. Con una trayectoria de más de 50 años y un acervo como actor, Salvador Sánchez dijo que hacer a Jack es todo un deleite. “Con Jack es divertirse, no es hace reír, ni chacotear; es divertirse, es pasarla bien en el escenario, disfrutando al máximo tu personaje, del que me enamoré, entendí y adopté para darle vida”. Un hombre fiel, honesto, de grandes sentimientos y enorme corazón; emociones que se ven reflejadas en el escenario. “Yo siempre aparento lo que siente el personaje con lo que pude haber sentido yo en un momento dado para darle la mayor verdad. Uno como actor tiene un arsenal de imágenes, de recuerdos que uno empata con lo que está pasando en escena. En este trabajo, me acuerdo mucho de mi mamá por ejemplo, me acuerdo de cómo caminaba ella, de cómo caminaba mi papá. Cuando menos en mi caso, siempre debo de tener un punto de referencia de acuerdo a las imágenes que yo tengo y emparentarlas con lo que está pasando en escena. No soy un actor absolutamente formal que nada más sigue sus textos, trato de darle una verdad, buscar esa memoria de la emoción; y en ese sentido hacemos el trabajo, y el resultado es bueno”, puntualizó Sánchez. En su papel de Bobby Borks, el actor Ari Telch afirma que es el enlace perfecto en la relación que se crea entre la Señora Daisy y Jack. “Mi personaje es un especie de engrane de la historia, de engrane en lo que va pasando entre Jack y Daisy, que es el chofer y la señora. Tiene trazos de comedia, tiene la virtud de romper entre una escena y otra, y de alguna forma Bobby tiene un codepentiente que es su esposa, que es un personaje (que no se ve) dentro de la obra porque se menciona quince veces. Él a su vez de lo que se encarga es de conseguirle un buen codependiente a su mamá, y esta relación se transforma en una relación de apego, donde Daisy empieza a necesitar al chofer, y el chofer empieza a necesitar a Daisy y eso es lo que gana; así se van contando las vicisitudes de la historia, los personajes atraviesan una época y atraviesan muchas experiencias muy fuertes juntos”, describió Telch. Daisy es una mujer llena de debilidades de carácter, incluso tiene rasgos de debilidad mental, muy difícil de soportar, “… y otro de los objetivos que tiene mi personaje es el de enfrentarla. El chofer no la enfrenta porque es un empleado y le es muy difícil, pero el hijo la enfrenta con toda desfachatez, y eso provoca risa en la gente”. Un trabajo que se convierte en terapia para el actor de 51 años, quien se dejó guiar por un director de 25, por su capacidad y entrega en su oficio. “El director, que es muy joven, comprendía y entendía muy bien la obra, entonces bastaron un par de lecturas para decir qué me comprometía a hacer el personaje, que vale la pena hacer esta historia tan bella. En realidad no importa tanto la edad que tenga Diego, lo importante es que tengan respeto, que haya inteligencia, entendimiento. Es un chamaco con gran instinto, es hasta terapeuta, lo trae de familia, muy inteligente”, expuso. “El Chofer y la Señora Daisy” se presentará el martes 29 de enero en el Teatro del Centro Cultural Tijuana (CECUT), en dos funciones; 7:00 y 9:30 pm. Sin duda la historia tiene los ingredientes para provocar al público desde una risa o una carcajada, hasta una reflexión y lágrimas. “Se van a identificar en muchos rangos y en muchos sentidos con los personajes. La Señora Daisy les va a hacer recordar quizá a su abuelita, a su mamá; el chofer les hará recordar también a alguien muy querido, y la relación de la mamá con el hijo. Hay muchas cosas como la pérdida de la memoria por demencia senil, a otros las gustará la amistad que se da entre el chofer y la señora Daisy, que lo desprecia todo el tiempo y a través de los años llega a ser su único amigo. Estoy seguro que en algún momento la gente se verá reflejada ahí”, finalizó Ari Telch.

Previous article
Next article

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas