Acusan a empleados farmacéuticos de recibir propinas a cambio de medicamentos

Farmacias privadas de Tijuana lucran con las necesidades de los clientes que ahí acuden para abastecerse de medicamentos, acusó el médico Santiago Lastra, quien se dice víctima y testigo de lo que, a su dicho, son acciones sin algún fundamento por parte de los despachadores, a quienes acusa de recibir “propina” para proporcionar medicamentos. Relató que acudió a la farmacia La Más Barata, ubicada en el centro de la ciudad, donde el empleado se negó a venderle el medicamento, pues hacía cuatro días que la receta había sido expedida; situación que a decir de Lastra, no representa impedimento alguno.  De ahí, acudió a una sucursal de Farmacias Nacional, también en el primer cuadro de la ciudad, donde el empleado le negó la existencia del antibiótico, pero después de que el médico le ofreció 50 pesos como propina, el despachador se dirigió a los anaqueles para regresar con un medicamento genérico.  “Esto debe investigarse, pues al parecer es sistemático. Los empleados hacen eso con el fin de que los pacientes con urgencias tengan que darles más dinero para conseguir los medicamentos, sin importarles la necesidad de los pacientes ni los intereses del negocio”, concluyó Santiago Lastra. A decir por Miguel Ángel Alcalá Guzmán, jefe de verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) en Baja California, no existen más denuncias relacionadas con este caso, sin embargo, recalcó la importancia de que consumidores con esta problemática acudan a hacer la denuncia correspondiente. “Sería importante que esa persona se comunicara con nosotros, nos mencione en qué farmacia fue, para poderla verificar y hacerle del conocimiento a los superiores de esa persona”, comentó. Dos de las denuncias más constantes en las farmacias son la inflación de precios, para a partir de ahí, aplicar descuentos; así como aquellas que tienen que ver con medicinas caducas. “Tenemos denuncias acerca de establecimientos que anuncian el 50 por ciento de descuento cuando en realidad el precio está inflado, ellos incrementan el precio máximo al público para de ahí manejar un descuento que no es real”, declaró Alcalá. El funcionario indicó que cada mes, PROFECO recibe de dos a tres quejas por esa irregularidad, para luego precisar que en noviembre de 2012, la dependencia llevó a cabo recorridos para detectar ese tipo de anomalías.