Por fin, alguien se animó a poner un estate quieto a los responsables de tanto dispendio y malgasto en el Congreso Local, supuestamente. La Junta de Coordinación Política, la cual encabeza el panista Rubén Alanís, llamó a cuentas al presidente y al secretario de la Comisión de Administración y Finanzas, los priistas Elí Topete e Hilario de la Torre. La intención era cuestionarles sobre los gastos en el Congreso. El panista se hizo de agallas y los citó; en cambio, este par simplemente hizo caso omiso e ignoraron al “Máximo Órgano de Gobierno” en el Poder Legislativo. Es más ni siquiera se tomaron la molestia de disculparse ni justificarse. Los priistas dominan el Congreso y se sienten intocables.