En abril de 2012, regidores del XX Ayuntamiento de Tijuana exhortaron al presidente municipal, Carlos Bustamante Anchondo, a ser más enérgico y retirar de las calles de la ciudad y de todo espacio público, imágenes publicitarias que obedezcan a un uso indebido y erótico del ser humano, principalmente de la mujer. Sin embargo, la iniciativa solo se cumplió unos meses, y actualmente sobre las principales vialidades, se pueden observar espectaculares y vallas donde el pudor y recato es lo que menos importa. Por lo regular son bares y table dances los que hacen uso de publicidad erótica para atraer a la clientela, sin preocupación alguna de que su “arte” es visto por población de todas las edades. A inicios de año, el Cabildo instó al alcalde a girar instrucciones a la Dirección de Inspección y Verificación Municipal, a cargo de Daniel de León Valdez, para asegurar el cumplimiento de las leyes y reglamentos ya existentes; pero parece que eso ya se les olvidó a los funcionarios. En abril de 2011, los regidores aprobaron una medida similar, pero exclusivamente destinada al transporte público tijuanense. En esa ocasión, la iniciativa comprendía la reforma al Reglamento de Transporte Público para prohibir que en las unidades vehiculares los choferes instalaran imágenes, engomados u otro tipo de objetos decorativos que degradaban y/o erotizaban la figura y cuerpo de la mujer. Un año después, en abril de 2012, la propuesta pretendía que las autoridades encargadas de verificar y controlar, prestaran atención a las imágenes publicitarias que exhiben mujeres en espectaculares o mantas donde se erotiza la forma y figura del sexo femenino. En aquella ocasión algunos negocios de giro negro modificaron sus contenidos publicitarios, y si bien, siguieron usando imágenes femeninas, fue en un contexto adecuado; aunque meses después volvieron a dejar nada a la imaginación, rayando en un erotismo que ofende a la ciudadanía en su moral y buenas costumbres.
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