López Obrador llegó a Tijuana al congreso estatal de su próximo partido el sábado 20; fue acogido a puerta cerrada en el hogar de la familia Angüis Álvarez. El hombre de la casa es Ramón Angüis, fue funcionario de la PGJE en los tiempos del ex procurador Antonio Martínez Luna. Primero, el anfitrión de Andrés Manuel, fue jefe de Averiguaciones Previas, pronto ascendió como director de la Policía Ministerial. Priistas lo recuerdan por ser quien “correteaba” hankistas por la repartición de las despensas en campaña. Cuando el ex subprocurador Rogelio Delgado Neri fue ejecutado, siendo reincorporado en la PGJE después de ser arrestado y puesto en libertad por supuestos vínculos con el narcotráfico, recuerdan que a don Ramón Angüis le amenazaron de muerte y lo removieron de cargo; pasó, entonces, al frente del Instituto de Capacitación y Profesionalización hasta los finales de Martínez Luna en el gobierno panista de Elorduy. Hoy, el aparente pejista, se desempeña como coordinador de Justicia Municipal en el gobierno de Carlos Bustamante, pero en la nómina aparece que cobra como Asesor Jurídico y devenga 28 mil 200 pesos al mes. López Obrador fue también recibido en Tijuana por la actual mujer de don Ramón. Su mujer es Araceli Álvarez (quien aparece en la foto). Ella es la madre de los hijos de Rodolfo Carrillo Barragán, abogado de los hermanos Arellanos Félix acribillado por un sicario que lo esperó en las escaleras cercas de su residencia en la Zona Río en el 2002. Obrador suma simpatías de todos los partidos y todos los terrenos.