Martin Luther King llegó a considerar que “nada en el mundo es más peligroso que la ignoranci sincera y la estupidez concienzuda”. La frase del líder afroamericano resuena particularmente en estas fechas en que la sociedad bajacaliforniana empieza a padecer lo que bien podría calificarse como el comienzo del desgobierno de José Guadalupe Osuna Millán. Tres lamentables incidentes fundamentan estos señalamientos. Los hechos ahí están y las respuestas oficiales, escalofriantes por cierto, quedaron registradas la semana pasada cada vez que ZETA solicitó información para nuestros lectores. Por orden cronológico, el primer caso que se expone es el de Z Gas. Como bien es sabido, la empresa que aún tiene la concesión para proporcionar el servicio de gas LP en el estado de repente, a principios de octubre, suspendió el suministro del energético por tubería en una zona muy céntrica de Mexicali. Ahí la afectación es para un promedio de 3 mil residentes y propietarios de negocios pero lo más grave es que la empresa y la Comisión Reguladora de Energía, al momento, no han presentado al gobierno de Baja California las razones de esta inaceptable acción. Si existe algún riesgo para la población, nada se dice y el gobierno estatal tampoco cuestiona, al limitar su rol de intermediario para que los ciudadanos canalicen sus denuncias ante Profeco. El segundo hecho involucra a unas 25 mil familias que viven en La Morita l y ll, Terrazas del Valle Primera y Segunda sección, y Lomas del Valle, a raíz de un litigio agrario que favoreció a los pequeños propietarios del Ejido Javier Rojo Gómez, según publicaron en un desplegado en un diario de circulación local, mismo que los funcionarios estatales no tuvieron a bien leer. Por eso su reacción fue de sorpresa cuando la reportera Isabel Mercado Juárez solicitó un posicionamiento al respecto. En su momento, se le pidió a ZETA tiempo para averiguar este lío que el gobierno propició. El tercer incidente tuvo lugar cuando Jerónimo Vera Ayala, también a través de un desplegado que apareció en El Mexicano en directo amenazó al gobernador José Guadalupe Osuna Millán y al Procurador Rommel Moreno Manjarrez luego de la detención de Carlos Fernando Vázquez Figueroa, testigo protegido que, según un alto funcionario de la Procuraduría filtró, fue capturado en Mexicali en posesión de un auto presuntamente robado al Hipódromo Caliente. “Ahora, sí he tocado una fibra demasiado sensible en esa enferma y torcida relación que sostienen Usted y los gobiernos Federal y del Estado en un afán de golpear a sus adversarios políticos sin miramiento alguno al sufrimiento que han infringido y continúan infringiendo a ciudadanos inocentes, a familias enteras en su afán desmedido de poder, entonces permanezca como es su costumbre callado, que su silencio será la respuesta menos indigna que pueda darme, sin verse obligado a recurrir a la mentira”, vociferó el lunes 29 de octubre Vela Ayala, desde su celda en el Penal de Puente Grande, Jalisco. No bastó con que se tratara de una acusación directa para la autoridad estatal de parte de un delincuente que forma parte del círculo personal de Jorge Hank Rhon para que el Secretario General de Gobierno, Francisco García Bustos, se diera por enterado. Igual que en los asuntos ya descritos, el servidor público primero se quedó atónito cuando ZETA le pidió la reacción del gobierno y luego, por medio de un mensaje de texto enviado por celular, pidió tiempo para investigar el tema y emitir una respuesta. Y así, mientras estos incidentes nada menores, que por un lado ponen en riesgo la seguridad, el patrimonio y la credibilidad del gobierno, eran difundidos en las páginas de los medios impresos de la región, el gobernador Osuna Millán lanzaba bendiciones al Presidente Felipe Calderón Hinojosa –el mismo que sacó al PAN de Los Pinos– por habernos dado el laberíntico y engorroso dolor de cabeza anunciado que es El Chaparral, y preparaba maletas para irse felizmente de gira a Asia, dejando los problemas en casa, en manos de servidores siempre dispuestos a confirmar su falta de compromiso y admitir, sin pena alguna, que desconocen los asuntos torales que aquejan a la entidad. Si eso es apenas el inicio rumbo a la fiebre electoral 2013 que la fortuna nos proteja frente al desgobierno de José Guadalupe Osuna Millán y su séquito de funcionarios sinceramente ignorantes, conscientemente limitados –para no usar el mismo sustantivo de Martin Luther King– y con goce del oneroso sueldo que todos los bajacalifornianos les pagamos, prestaciones incluidas.