Incapaces de crear leyes o reformas que generen crecimiento; simplemente incompetentes, groseramente mezquinos, con el congelamiento de la reforma laboral, los diputados federales se burlan a lo grande de los electores que los mantienen. La laboral, como el resto de las reformas estructurales, hacendaria, de protección social y la energética, ha sido promesa-compromiso que se arrastra durante todo el sexenio. De hecho tratándose de cambios a la Ley del Trabajo, la primera propuesta fue presentada en septiembre de 2005 durante el sexenio de Vicente Fox, por quien fuera secretario del área, Carlos Abascal; a ese texto panista se sumó una contrapropuesta del PRD que también fue empantanada por los intereses de los legisladores con empresarios y sindicatos. Desde entonces se hablaba de “nuevas modalidades de contratación de prueba y aprendizaje” de “libre sindicalización”, “llenar lagunas” y “eliminar referencias fuera de realidad”. De lo que resulta que ya van tres cámaras de diputados (1500 legisladores) y dos de senadores (256) que han gastado millones pero han servido para nada. Hoy en evidente complicidad, los legisladores federales ya votaron las reformas que convienen a los señores del dinero: pago por hora pero con un sueldo miserable; contratos por tiempo oficializando los empleos temporales, no regulares y sin protección de seguridad social; la subcontratación u outsourcing que diluye las responsabilidades en contrataciones además de facilitar los despidos. Lo dijo el ex senador, actual diputado por Baja California, Fernando Castro Trenti, cuando mencionó que se había avanzado en 392 de los 400 artículos reformados. “El PRI apoya a los generadores de empleos y a sindicatos…” Precisamente en la protección de los gremios como coto de poder y voto duro manipulado del Partido Revolucionario Institucional, fue donde se estancaron las negocias, porque los tricolores insisten en negarles a los trabajadores sindicalizados la posibilidad de elegir a sus líderes mediante voto secreto, y eliminar la parte en que los sindicatos en sujetos obligados en materia de transparencia. Total, si no quieren rendir cuentas, que no les den dinero de las arcas públicas y asunto resuelto, pero si reciben recursos de los ciudadanos, mínimo deben dar cuentas. Los partidos minoritarios, el PRD y el PAN, sabían que al insistir en el tema sindical la reforma se estancaría, pero lo hicieron porque querían exhibir a los tricolores en su negativa a la transparencia sindical para que asumieran las consecuencias. Por lo que al PRI le resultó más fácil refrigerar la reforma ya votada en ambas cámaras, enviándola a la Comisión de Trabajo y Previsión Social. Como las cosas no salieron como querían, para el líder de los diputados del revolucionario, Manlio Fabio Beltrones, “no hay prisa” y le darán al tema laboral un trámite ordinario hasta alcanzar lo mejor “para México y para los partidos”. Evidentemente los trabajadores son lo que menos les interesa.