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domingo, abril 7, 2024
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Polémicas inútiles

Tal pareciera que en México las polémicas inútiles se están convirtiendo en un mal endémico, del cual el gremio intelectual ya no se escapa. El ejemplo más reciente y penoso es el de Alfredo Bryce Echenique, quien despertó celosos comentarios en este país, a raíz de haber ganado el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. La piedra en el zapato de la FIL es una acusación por plagio que levita sobre la figura de Bryce Echenique. En 2009, un tribunal administrativo peruano condenó al narrador a pagar una multa cercana a los 50 mil dólares por haber publicado bajo su firma textos de 15 autores en medios españoles. El novelista ha sostenido una y otra vez que los contenidos fueron publicados sin su autorización, que finalmente le devolvieron el importe de la sanción impuesta y que el caso sigue su debido curso legal sin más contratiempos. La realidad de las cosas es que quien es capaz de escribir novelas como “La Amigdalitis de Tarzán”, “La Vida Exagerada de Martín Romaña”, “Reo de Nocturnidad”, “No me Esperen en Abril”, “Tantas Veces Pedro”, “El Hombre que Hablaba de Octavia de Cádiz”; los excelsos cuentos de “Guía Triste de París”, las llamadas anti-memorias de “Permiso para Vivir” y “Permiso para Sentir”; y sobre todo “Un Mundo para Julius”, esa joya de novela, sesudo retrato de las diferencias en el seno de la sociedad limeña, merece ampliamente los honores de la FIL y muchas distinciones más en respuesta a toda una trayectoria fortuita para los lectores. Pero la vulgarmente conocida grilla en México hace de las suyas en un ámbito donde destruir se ha vuelto más común, fácil e inmediato que construir, llevando así una controversia a sus máximas consecuencias, sin que el jurado de este certamen haya demostrado una capacidad satisfactoria de réplica. Así, el miércoles 17 de octubre se tomó la decisión de, aunque sostenerle el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances a Bryce Echenique, no hacerlo en Guadalajara, sino enviar a un directivo a la ciudad de residencia del autor para hacer efectiva la entrega de la distinción. “Consideramos que el ambiente que han propiciado las críticas al fallo del jurado y el malestar expresado por algunos académicos y miembros de la comunidad cultural, han dado lugar a una situación extraordinaria que justifica esta decisión”, se limitó el jurado a explicar. De esta manera la edición de la FIL ya suma un lamentable antecedente, a eso de un mes de inaugurarse, con la controversia improductiva que tuvo a Alfredo Bryce Echenique como figura estelar. Acaso serán esos los estragos del ocio que también han provocado episodios vergonzosos incluso en torno al mismo concurso que originalmente fue llamado Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, hasta que los familiares del creador de “Pedro Páramo” exigieron que el nombre desapareciera, pues ellos ya se habían encargado de darle el estatus de marca registrada. Si esa tendencia se impone, más vale no ganar premios en México, pues de ser así, en vez de agradecimiento por sus contribuciones al mundo de las ideas, los acreedores apenas se convertirán en protagonistas de muy malos ratos y blanco de complejos que aflojan en vez de obra que perdure.


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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