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martes, abril 2, 2024
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La desaparición de Félix Beltrán Félix

La misteriosa desaparición del presunto jornalero agrícola Félix Beltrán Félix, en manos de cuatro policías municipales de La Paz, tiene dos hipótesis: – Fue víctima de abuso de autoridad. – Está relacionada al crimen organizado. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no descarta por el momento ninguna de las dos líneas de investigación que abrió sobre el caso. La madrugada del 13 de octubre, el trabajador de 46 años del Rancho Los Vergeles, localizado a espadas del Aeropuerto Internacional “Manuel Márquez de León”, iba con sus compañeros Gumersindo Martínez Pérez y Antonio Montesinos Sarmiento, cuando una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, les marcó el alto. Según testigos, los Municipales habían detenido la unidad de los jornaleros agrícolas, una camioneta pick-up marca Chevrolet de color blanco, modelo 1998, línea S-10, porque no traía el vidrio trasero. La camioneta, propiedad de Antonio Montesinos Sarmiento, con placas de circulación CE-88-214, circulaba por la calle Gilberto Arreola, localizada a espaldas de la Dirección de Servicios Públicos Municipales en la colonia Ampliación El Mezquitito, a escasos 400 metros de la Carretera Transpeninsular. Los agentes se habían topado de frente con el vehículo de los jornaleros, y repentinamente se regresaron, solicitándole a los tripulantes bajar de la unidad porque harían una revisión de rutina. Enseguida los tres jornaleros fueron sujetos a un escrupuloso interrogatorio, hasta que un policía agarró y olió la mano de Félix Beltrán Félix, por lo que inmediatamente comentó que tenía aroma a marihuana, preguntando si traían la droga consigo y haciendo una revisión corporal a los tres. Los policías esposaron a los tripulantes del pick-up, informándoles que serían detenidos y trasladados a la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz. Después de cinco minutos y tras un par de miradas raras entre los policías, según explicaron los jornaleros en su declaración en la Averiguación Previa LPZ/619/AMP5/2012, los agentes retiraron las esposas a Gumersindo y Antonio y les comentaron que se fueran, porque únicamente se llevarían detenido a Félix, ya que donde estaba parado había un paquete de droga conocida como perico, por lo que sería sujeto de investigación oficial. Los acompañantes del detenido se subieron a la unidad, marchándose del lugar. En el camino bajaron a Gumersindo en un almacén identificado como Frutas Selectas de La Paz,</em> en el Mercado de Abastos,  y llevaron a Antonio a su vehículo, hacia Rancho Los Vergeles, para integrarse a su actividad cotidiana. Desde ese día y hasta el cierre de esta edición, Félix Beltrán Félix no aparece por ningún lado. Ni en su casa o trabajo. En la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, a cargo del General Ángel César Amador Soto, no había constancia oficial en ningún parte informativo de que ese día el desaparecido hubiera sido detenido. Ni siquiera de manera extraoficial o por comentarios entre compañeros policías. De acuerdo con los investigadores, los testigos de la detención, en su mayoría vecinos que pasaban a pie o en automóvil entre 6:10 y 6:30 de la mañana de ese día por el lugar, no han querido hablar por temor a represalias, sobre todo porque deben proporcionar sus datos personales, los cuales quedarían en el expediente de la investigación. Los únicos testimonios con los que al momento cuenta la PGJE, radican en la versión de Gumersindo Martínez Pérez y Antonio Montesinos Sarmiento, quienes acompañaban a Félix la última vez que fue visto.   La investigación   Las primeras indagatorias de la PGJE arrojaron que los cuatro policías municipales implicados posiblemente en la detención y la desaparición de Félix Beltrán Félix, pertenecen al Sector 4 de La Paz. Los investigadores del caso dieron con su paradero porque uno de los testigos reconoció a uno de los policías, a quien describió “de complexión robusta, y particularmente, un mechón de color blanco en el cabello”. El testigo, de nombre Antonio Montesinos Sarmiento, dijo que los cuatro policías “eran robustos” y si los volviera a ver, los reconocería plenamente. No recordó el número económico de patrulla, pero sí que era “una marca Nissan de color blanco, con franjas azules y de cuatro puertas”. Con esta información a la mano, los investigadores del caso se entrevistaron con el Comandante de Asuntos Internos de la Policía Municipal, Sergio Ceseña Moyrón, quien aseguró “no tener nada al respecto”, pero reconoció estar enterado porque “la esposa del desaparecido había estado preguntado sobre el paradero de su marido desde el mismo día de la supuesta detención, y del cual no tenemos registro oficial de la captura de alguna persona que responda al nombre de Félix Beltrán Félix”. No obstante, después de revisar partes informativos y videograbaciones de las cámaras de seguridad sobre las unidades oficiales que circularon ese día por el rumbo, los investigadores lograron identificar a la patrulla, que resultó ser la SP-093. A bordo iban un comandante y tres policías: – Manuel Ángel Güereña Ruiz, de 41 años, originario de La Paz. – David Ambriz Ramírez, de 37 años, oriundo de La Paz. – Pedro Jaime Quevedo González, de 34 años, nativo de Río Grande, Oaxaca. – Daniel Sánchez Olachea, de 36 años, de La Paz. En sus primeras declaraciones, los cuatro policías municipales reconocieron que el 13 de octubre anduvieron muy cerca de la zona, a eso de las 5:40 de la mañana, ya que atendieron un reporte de abandono de vehículo en la colonia El Progreso. Los agentes coincidieron en señalar que era un automóvil de color negro marca Honda modelo 1997, línea Civic, estando en ese lugar hasta las 6:15 de la mañana, cuando llegó para relevarlos del caso un compañero policía de nombre Cruz Guadalupe Salvatierra Camacho. Los policías dijeron que fue entonces que se retiraron para dirigirse a la comandancia de la colonia La Fuente a esperar el cambio de turno que se realiza a las siete de la mañana, por lo que negaron haber realizado “una detención por Ampliación El Mezquitito”. Hasta el cierre de esta edición, no se había determinado la responsabilidad de los policías, ya que aún se trabajaba en la investigación y, además, estaba en puerta una confrontación física de los testigos hacia los policías, como parte de las diligencias que se estaban desarrollando en el caso. Sobre estos hechos, la alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce Beltrán, ofreció todo el apoyo y facilidades para que el Agente del Ministerio Público del Fuero Común de la PGJE, investigue a cualquier elemento que “esté siendo relacionado alguna actividad ilícita”. Apuntó que oficialmente no se tiene ningún parte informativo o boleta sobre la detención de Félix Beltrán Félix, sin embargo, afirmó estar dispuesta a colaborar y anunció que paralelamente a la PGJE, la Comandancia de Asuntos Internos iniciaría una investigación contra los cuatro agentes sospechosos y contra quienes pudieran estar involucrados. “Yo tengo conocimiento por la denuncia de la esposa, quien está señalando a policías municipales, entonces di la instrucción de que se abran todos los archivos y se recabe la información necesaria para el esclarecimiento del asunto, porque yo soy la principal interesada en que se transparente esto y se llegue al fondo del caso”, explicó a ZETA. Los investigadores están centrado su trabajo primeramente en confirmar la participación de los cuatro agentes policiacos, y posteriormente, en determinar qué sucedió con Félix Beltrán Félix. La víctima de 46 años, es padre de tres hijos -8,11 y 12 años– y está casado con María del Rosario Carrillo Arce. Originario de Durango, Durango, Félix Beltrán Félix se desempeñaba como regador de cultivos en el Rancho Los Vergeles. Tenía aproximadamente siete meses laborando en el lugar. La PGJE también está investigando sus antecedentes en Durango y Sinaloa, ya que llegó de este último estado hace ocho años, después de vivir en un poblado llamado San Javier, localizado entre Guamúchil y Culiacán.   Los vínculos   La desaparición de Félix Beltrán Félix desconcierta sobre todo porque no es una persona que tuviera posesión económica fuerte como para ser secuestrable, ya que en su trabajo apenas percibía un salario que le permitía vivir al día.  De hecho, su esposa labora en un negocio de comida económica para ayudar en los gastos de la casa y de sus tres hijos. Sin embargo, los investigadores trabajaban en los antecedentes y vínculos familiares porque el desaparecido tiene apellidos similares a Zeferino Félix Beltrán, ejecutado el 10 de mayo en el restaurante de mariscos El Bismarkcito, localizado en el malecón costero de La Paz, quien también era originario de Durango y provenía de Culiacán, Sinaloa. El 10 de octubre, Jorge Luis Arellanos Cárdenas, un cuñado de Zeferino Félix Beltrán, fue ejecutado cuando circulaba sobre la carretera de Los Planes a La Paz. Ese día la víctima intentó escapar de sus asesinos cuando iba acompañado de su esposa e hijo, pero no pudo porque fue alcanzado por 16 tiros calibre 9 milímetros, calibre 223, calibre 7.62 y calibre 45. Los dos asesinados eran familiares y llegaron hace casi 9 años, tiempo en que el desaparecido también se estableció en La Paz. La esposa de Beltrán Félix descartó de entrada que éste tenga relación con el Cártel de los hermanos Beltrán Leyva. “(Félix) Así se apellida, y no tiene nada que ver. Yo me apellido Carrillo y no soy pariente del ‘Señor de los Cielos’”, dijo a ZETA para dispersar rumores sobre los posibles vínculos familiares con la organización criminal. Durante una entrevista en su domicilio particular, la mujer dijo estar desesperada porque no sabe nada de su esposo, a quien describió como “un hombre honrado y trabajador” que no se metía con nadie. — ¿Qué es lo que pide?, cuestionó ZETA. “Lo único que quiero es que salga la verdad, si los dos testigos que iban con mi esposo están identificando a uno de los policías, por qué no lo detienen y lo investigan, porque el agente debe saber quiénes participaron en la desaparición y por qué se lo llevaron. ¿Dónde está mi esposo? ¿Qué hicieron con el? La verdad es angustiante y desesperante estar con la incertidumbre de qué sucedió con él. Durante la entrevista, la joven mujer lloraba y hablaba entrecortada, declarándose “desilusionada de las autoridades”, ya que “la alcaldesa Esthela Ponce dijo que estaría a las órdenes en todo lo que ocupara, y a la hora que fuera necesario, pero he marcado y el número no está disponible. Luego contestaron y me dijeron que estaba ocupada, que ellos me regresaban la llamada, y hasta ahorita no ha sucedido nada”. Agregó que cuando un vecino le avisó que su esposo había sido detenido por policías municipales, pensó que lo encontraría en barandilla, pero fue a la delegación y nada; entonces recorrió la Policía Estatal Preventiva, Policía Ministerial del Estado, Policía Federal Preventiva, Procuraduría General de la República y Fuerzas Armadas. Al no aparecer Beltrán Félix, decidió interponer una denuncia en la PGJE. — ¿Tiene hijos? “Sí”. — ¿Cuántos? “Tres; uno de 8, otro de 11 y otro de 12 (años)”. — ¿Y qué les dice? “Me preguntan por su papá y yo les digo que no ha llegado, le marcan a su celular y no contesta, y me preguntan ‘¿por qué no contesta mi papá?’. Les digo, ‘es que no se llevó el cargador de su celular’”. ZETA solicitó hablar con los policías municipales, quienes se negaron bajo el argumento de “no saber nada del caso”.  


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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