Hace siete meses, Erik “El Terrible” Morales perdió la corona súper ligera del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la báscula, y después por unanimidad ante Danny “Swift” García. Este sábado 20 de octubre en Brooklyn, tendrá una segunda oportunidad contra el campeón de origen puertorriqueño, quien viene de noquear a Amir Khan, para agregar el fajín de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Morales asegura que aún tiene nivel para ser campeón mundial, y admite que fue un error aceptar la pelea cuando no estaba en las mejores condiciones, tras una operación de la vesícula biliar. “Aunque yo pensara que estaba listo, el cuerpo decide si estás bien. A lo mejor en un pecar de ser atrevido y no precavido, fue demasiado pronto subirme al ring. Perdí, no hay excusa. Al término de la pelea la gente pensó que estaba acabado, que ya realmente no tenía oportunidad. El hecho de que me hayan ignorado a pesar de que tenía una revancha conmigo y que le ganara a Amir Khan, le dio la oportunidad a la gente de ver que no estoy acabado. Hoy sé que no debí haberla tomado, ya pasó”, reconoció el púgil de la Zona Norte. “El Terrible” niega problemas físicos o con el peso, por primera vez en mucho tiempo, cuenta con un equipo de trabajo completo. A pesar de haber caído en el penúltimo asalto del combate anterior, siente que no iba perdiendo y se vio obligado a ir hacia adelante. Los puntajes abiertos en el cuarto y octavo asaltos lo tenían abajo, y no tuvo más opción que lanzarse hacia adelante. “Modificamos la estrategia y no mantuvimos la serenidad, para ganar hay que estar dispuesto a perder, fue donde me descuidé. Teníamos una sensación de que alguien hizo algo en contra mía, los puntajes no eran normales, luego veo el video y la televisión norteamericana pensó que iba ganando, los japoneses lo mismo, los ingleses lo mismo, no era alucinación. Me caí, sí, pero no iba perdiendo ante los ojos de la prensa y de la gente. Me atacaron, hasta ahora no sé si la empresa (Golden Boy) o el CMB, porque los jueces no eran idóneos”, acusó. Ahora Morales tiene que ganar en territorio hostil contra un púgil invicto en 24 peleas y doce años menor que él. El sentido común está en su contra. “Me atrevo a decir que mi trayectoria pesa y la arena estará dividida. Si los jueces me dan para atrás, ya será decisión de ellos, pero de que voy a hacer las cosas bien y evidenciar lo que realmente es un campeón, con elegancia, de eso no tengan duda. Voy a enseñarles mucho de lo que todavía puedo hacer”, garantizó.
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