Al cruzar el puente de un río, un borracho comienza a gritar desesperadamente: — ¡Una ballena! ¡Una ballena! No paraba de gritar, hasta que al pasar por el mismo lugar, un hombre le recrimina: “¿Cuándo se ha visto pasar a una ballena por un río?”. Alterado, el borracho responde: — No, señor, se me cayeron dos botellas ¡y una va llenaaa! Autor: Empleado de licorería.