ISSSTECALI se declara incompetente para brindar cuidados El accidente del martes 7 de agosto, en el que un bombero presentó quemaduras graves al momento de sofocar un incendio, y que a más 48 horas del incidente no había sido atendido adecuadamente, pone de manifiesto tres cosas: La falta de una unidad en Baja California que brinde atención a pacientes quemados, la carencia de equipo adecuado y el insuficiente personal de Bomberos. Elementos de Bomberos de Tijuana expusieron a ZETA que a casi dos días de haber registrado quemaduras de segundo y tercer grado, y a punto de perder el brazo izquierdo a causa de esas laceraciones, el Capitán Gregorio Gómez Torres seguía sin recibir la atención adecuada en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Baja California (ISSSTECALI). Peor aún, luego de 24 horas de solo mantener sedado al paciente, ISSSTECALI se declaró incompetente para atenderlo, por lo que hasta el día siguiente, jueves 9 de agosto, el director de Bomberos, Carlos Martínez, acompañado de parte de su equipo, se abocó a requerir ayuda a organismos civiles de San Diego, California, para encontrar un lugar donde el bombero lesionado fuera atendido. “Ya que sepa dónde lo van a atender, tocaré las puertas del gobierno del estado y el municipio, pues una atención médica de ese tipo tiene un costo de 400 mil dólares”, precisó el director. Antes de ello, a la par que buscaba un lugar para que el Capitán Gregorio Gómez pudiera recibir el tratamiento adecuado para sus quemaduras, Carlos Martínez gestionaba apoyo para que asociaciones civiles de San Diego ayudaran a cubrir los gastos del tratamiento. “Si no, vamos a meter en problemas económicos tanto a él como a su familia, por los gastos médicos que significa (el ser trasladado y atendido en San Diego)”, dijo. Hasta el cierre de esta edición, el capitán de 46 años, 26 de ellos entregados a Bomberos, continuaba sin recibir el tratamiento adecuado, por lo que el riesgo de que sus heridas se infectaran era latente. 
Gregorio Gómez acudió el martes de esta semana a sofocar el incendio de un zacatal. Eran alrededor de las 2:00 de la tarde cuando se reportó el siniestro en la rampa El Árabe, del fraccionamiento Palmeras de Playas de Tijuana. Oficialmente se reportó que el Capitán resbaló en su intento por controlar el fuego, cayendo a un punto de mayor conflagración, causándole quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo, principalmente en brazos y manos. “El equipo de seguridad no lo protegió del todo porque llevaba el uniforme ligero, propio de ese tipo de incendios, el cual no fue suficiente por la intensidad del fuego; el equipo de mayor protección se utiliza para incendios estructurales, por ser más pesado”, explicó Carlos Carreño, vocero de Bomberos. Sin embargo, Giovanni Gómez, hijo del lesionado y quien cuenta con 10 años como oficial de Bomberos, indicó que el cambio en el sentido del viento avivó el incendió y alcanzó al Capitán, que aunado a la “falta de personal y de equipo adecuado”, derivó en el estado en que se encuentra su padre, el cual, aunque no pone en riesgo su vida, sí es grave. “La necesidad de contar con un cuarto de quemados en el Hospital General, es una petición que en forma reiterada se ha solicitado al gobierno de Baja California, los bomberos nos sentimos desprotegidos”, compartió un grupo de tragahumos de Tijuana que optaron por el anonimato. Y agregaron: “Al equipo viejo con el que trabajamos, tenemos que añadir la falta de unidades, de instalaciones adecuadas y, para colmo, la incertidumbre de no saber si, al momento de una desgracia, vamos a ser atendidos adecuadamente, como ocurre con Gregorio Gómez en este momento”. Por ello preparan una carta abierta dirigida al gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán, para exigirle atienda las limitaciones que enfrenta el H. Cuerpo de Bomberos de Tijuana y de toda la entidad, que los deja prácticamente en la indefensión frente a un siniestro. Dijeron que existe un claro déficit de uniformes, además de que la mayoría cuenta con equipo de protección que data de más de cinco años, cuando de acuerdo al reglamento, éste debiera renovarse dos veces al año. De las unidades indicaron que cada distrito cuenta con una bombera y carece de una unidad extra, por lo que si una falla, queda desprotegido todo un sector, “como ya ha ocurrido”, refieren. El argumento de la administración para tales carencias es la falta de un presupuesto suficiente, ya que de los más de 100 millones que se destinan para Bomberos, el 80 por ciento se canaliza al pago de nómina; el resto se invierte en capacitación e infraestructura, aspectos en los que el rezago también es marcado. “Para poder sortear parte de nuestros gastos, durante el mes pasado nos obligaron a acudir a los principales centros comerciales de la ciudad a pedir limosna, a cambio de servir de entretenimiento a los asistentes, y ahora nos obligan a vender boletos para la rifa de un carro y, si no los colocamos, tendremos que cubrir su importe de nuestra bolsa, lo cual consideramos injusto”, manifestaron los bomberos, en espera de que su inconformidad sea atendida.
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