“Ellos mataron a varios reporteros”, fue la declaración obtenida por la Procuraduría de Justicia de Veracruz y mediante la cual su titular, Amadeo Flores Espinosa, dio por esclarecidos los asesinatos de los periodistas Ana Irasema Becerra Jiménez, Guillermo Luna Varela, Gabriel Hugo Córdova, Esteban Rodríguez Rodríguez y Víctor Manuel Báez Chino. Aseveró que a su vez, estos reporteros habían sido causantes de la muerte de otros periodistas, asesinados por la organización delictiva “Los Zetas”. De acuerdo a lo informado por el gobierno de esa entidad, gracias al operativo Veracruz Seguro se logró la captura de una célula delincuencial del Cártel de Jalisco Nueva Generación, encabezada por Isaías Flores Pineda “El Cronos”, “El Rayito” y “El Maniaco”, supuesto jefe de plaza en Veracruz y Boca del Río, motivo por el cual se le adjudicaron los 36 crímenes cometidos en los últimos ocho meses en esa zona conurbada. Junto a Flores Pineda, fueron detenidos Claudia Medina Tamariz, César Tejeda Moreno, Pablo Arrieta Andrade “El Güero” y “Jaiba”; Pedro Temiz Zapot “El Perri”, Javier Benítez Grajales “El Morro Chemo” y William Malpica “El Mochis”, quienes admitieron ser autores de diversos homicidios, entre ellos, los de los periodistas. Sin embargo, las autoridades no presentaron más evidencias que las propias declaraciones, mediante las cuales afirmaron que los inculpados reconocieron y aceptaron plenamente los homicidios cometidos, así como la manera en que fueron perpetrados, las autorías materiales y los lugares donde fueron abandonadas las víctimas. El procurador de justicia Amadeo Flores Espinosa presumió que mediante la línea de investigación seguida, la Secretaría de Marina-Armada de México capturó a Juan Carlos Hernández Pulido “La Bertha”, quien tenía en su poder una credencial del diario El Dictamen con fotografía, una credencial del IFE y dos credenciales de tiendas departamentales y una tarjeta de banco, todas a nombre de Ana Irasema Becerra Jiménez. En el caso del asesinato del reportero policiaco Víctor Manuel Báez Chino, la Procuraduría afirmó contar con los elementos de prueba, como informes de investigación y testimonios para identificar a Juan del Ángel Torres y Daniel Reynoso Hernández, integrantes de una célula de la delincuencia organizada, como los autores materiales de la privación de la libertad del reportero, y presumiblemente, también de su homicidio. Flores Espinosa manifestó que estos dos delincuentes perecieron en un enfrentamiento con fuerzas armadas el 19 de junio, en Xalapa. Organizaciones no gubernamentales manifestaron su inconformidad y sospecha por la manera tan rápida y carente de argumentos sólidos mediante la cual autoridades estatales anunciaron el esclarecimiento de cinco de los nueve asesinatos de comunicadores ocurridos en Veracruz. El representante del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su siglas en inglés), Mike O’Connor, señaló que “las confesiones de los implicados siempre levantan sospechas porque no sabes si fueron extraídas bajo tortura, o las condiciones bajo las que declararon, entonces la prueba más contundente es la más débil”. Respecto a la declaración de “La Bertha”, quien aseguró que estos reporteros habían sido los causantes de la muerte de otros periodistas, expuso que “apunta a los periodistas asesinados como cómplices en sus propias muertes, porque dicen que estaban metidos con el narco y por eso los mataron, y con eso se lava las manos el gobierno y no tienen que investigar los asesinatos”. En el caso de Artículo 19, mediante un comunicado de prensa criticó la nula investigación exhaustiva y seria de cada una de los casos, y en su lugar, la utilización de una supuesta confesión hecha. Mientras tanto, la Procuraduría General de la República (PGR) corroborará las pruebas existentes para investigar, bajo su competencia federal, los cinco casos de homicidio. Así fue como el gobierno de Veracruz intentó dar por “esclarecidos” los asesinatos de Ana Irasema Becerra Jiménez, quien se desempeñaba como publicista en el periódico El Dictamen; Guillermo Luna Varela, reportero gráfico de Veracruz News y del periódico La Voz del Sureste; Gabriel Huge Córdoba y Esteban Rodríguez Rodríguez, quienes habían sido fotógrafos del periódico Notiver y del Diario AZ, respectivamente; y de Víctor Manuel Báez Chino, reportero policiaco del diario Milenio.
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