Si no fuera porque realmente pasó, cualquiera pensaría que se trató un “viajesote”. El ayuntamiento de Tijuana citó el martes pasado a sus medios de comunicación favoritos para darles un recorrido por las 600 obras más importantes. Los jefes de la prensa que gozan de grandes contratos de publicidad con el municipio fueron los primeros en treparse al camioncito. Surrealistamente apareció Mario Escobedo Carignan –quién sabe para qué– acompañando al alcalde Carlos Bustamante y a su secretario de Desarrollo Social, Saúl David Guakil. La peregrinación arrancó, los escoltas del munícipe siguieron de cerca, cerrando calles y abriendo paso al turibús; los reporteros tomando fotos como turistas en tierras extranjeras y Guakil promocionándose –subliminalmente– para la presidencial municipal. El que anhela suceder a Bustamante iba tambaleándose pero de pie; para dar explicación de cada una de sus obras, que incluían, la plantación de unos míseros arbolitos. Sentado Bustamante iba dando el visto bueno. Martha Saldívar, directora de comunicación social del ayuntamiento, se sintió aeromoza caminando por el pasillo y ofreciendo botanas para disfrutar del viaje. La pesadilla duró 4 horas. Pero al final, complacidos todos, dieron las gracias al chofer y al alcalde por tan maravilloso y ridículo paseo.
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