El 11 de abril de 1980, en la edición número uno de este Semanario, el extinto director y co-fundador, J. Jesús Blancornelas, escribió: “Hoy, lo único nuevo, es que del ABC nos vamos a la Z. Del principio al fin del abecedario. Fin que no tiene continuación sino permanencia”. Hoy viernes 28 de julio de 2012, mientras Usted lee la edición número 2000, le agradecemos la constancia de su preferencia. La confianza que Ustedes los lectores han puesto en el trabajo y línea editorial de este Semanario, ha hecho posible cumplir la misión planteada hace 32 años: permanecer. Pero no solo subsistir, sino hacerlo en plena libertad, sustentando un proyecto informativo ajeno a los intereses económicos y políticos de los grupos de poder, centrado en asuntos relevantes que aquejan a la sociedad, a través de un periodismo crítico alimentado por la denuncia y la participación ciudadana. De los ochenta a la fecha, en el estado y en el mundo, muchas empresas periodísticas han desaparecido, otras han sido mermadas producto de las crisis económicas y devaluaciones. Local y nacionalmente, las presiones de gobiernos deshonestos continúan quebrantando la voluntad, corrompiendo la línea editorial de medios que en sus inicios representaron una esperanza informativa. Las bajas en materia de información incluyen también a las agencias noticiosas, que ante los sangrientos e impunes ataques de los cárteles del narcotráfico, han adoptado la autocensura. Ninguno de los anteriores es el caso de ZETA. La sobrevivencia de este medio ha sido un trabajo de equipo, la suma del esfuerzo de un grupo de reporteros investigadores, la confianza invaluable de quienes han aceptado proveernos la información en apoyo a nuestra labor informativa, los leedores críticos que han definido los temas que se abordan y la solidaridad de los anunciantes. A lo largo de 2000 mil ediciones hemos dado cuenta puntual del acontecer en Baja California y en el país. En nuestros contenidos apostamos por la investigación y la calidad en la información, vamos por las reseñas inéditas y los testimonios exclusivos, por la profundidad y el detalle. Cada uno de estos ejemplares nos han permitido identificar, y con pruebas, exhibir a decenas de funcionarios, empresarios, políticos y periodistas corruptos que han abusado del poder y de los recursos públicos. Pero también ofrecer detalles de las obras y proyectos oficiales de mayor beneficio social. Con registros pormenorizados, en estas páginas ha quedado asentado el desarrollo de los cárteles de la droga al amparo de gobiernos corruptos, y la crisis de inseguridad que éstos han generado; al tiempo que se han destacado también los esfuerzos de autoridades involucradas en el combate a ese fenómeno, y se promovieron las propuestas ciudadanas creados para contraatacar los nefastos efectos de la criminalidad. Elecciones, cambios de gobierno, alternancia de partidos, negociaciones en los congresos, los avances y retrocesos, la llegada al poder del primer gobernador de extracción panista, el magnicidio cometido contra el priista Luis Donaldo Colosio y las circunstancias que rodean el retorno del partido tricolor. Los lectores lo han decidido, y la política ha sido un tema permanente, lo mismo que la problemática binacional, social y económica en sus diversas vertientes. Su preferencia, Lector, nos indica que estamos en el camino correcto. Hoy refrendamos el compromiso de independencia, de funcionar como un instrumento que promueve y subsiste de la participación social, con contenidos de contrapeso que ofrezcan un acceso cada vez más amplio a la información que la sociedad exige, necesita, y a la que tiene derecho. Por permitirnos después de 32 años y 2000 ediciones, permanecer en Baja California, Libres como el Viento, muchas gracias.