Sus antecedentes como funcionario en la PGJE, titular de Seguridad Pública de Tijuana y su atentado en 2005 fueron muy cuestionados No es la primera vez que Francisco Castro Trenti aspira a ocupar el puesto, pero esta vez el alcalde de Rosarito, Javier Robles Aguirre, tuvo que ver, al imponerlo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública del quinto municipio. A tal grado, que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, responsable de todas las corporaciones informó que Castro Trenti no ha cumplido con los exámenes de evaluación y confianza, uno de los requisitos para ingresar a una institución de seguridad. Tampoco el gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán, ni el General Gilberto Landeros Briseño, fueron notificados del nombramiento, ya que al formar parte del Consejo de Seguridad Pública deberían de haberlo realizado, lo cual denota una descoordinación. Ayer jueves 12 de julio, el ahora funcionario tomó protesta en Cabildo luego de nueve votos a favor y dos abstenciones de los regidores, oficializando así la salida del Mayor de Infantería retirado, Magdaleno Vázquez Luis. En el pasado, Castro Trenti fue mencionado entre los posibles candidatos para el gabinete del ex presidente municipal, Hugo Torres Chabert, y apenas el martes 10 de julio, el presidente municipal presentó la propuesta del hermano del senador Fernando Castro Trenti. Si bien anunció que habría otros candidatos para el puesto, tales propuestas no fueron presentadas, ya que nadie en el Cabildo nombró a otra persona. El regidor perredista José Guillermo Torres Urbalejo calificó la sesión de Cabildo como “accidentada”, ante la presencia de miembros del Grupo Madrugadores, quienes se manifestaron inconformes con la nueva designación. Por tal razón, el edil se abstuvo de dar su voto junto al regidor Felipe de Jesús Mayoral, también presidente del Partido Estatal Baja California: “Te ponen entre la espada y la pared, la gente de afuera que externa su inconformidad, y por otra, la situación del gobierno, que ellos ya tienen a quien suplirá el puesto. Lo más importante es que fue el apellido el que pesa para tomar una decisión para la comunidad”. Asimismo, Torres indicó que el proceso de presentación “fue muy rápido, si hubiera tenido un poquito más de oficio político para hacer un consenso en la comunidad, no sé por qué la urgencia”. Aunque el nuevo titular de Seguridad Pública en el municipio se reunió con el Cabildo la mañana del 10 de julio para plantear su Plan de Trabajo, a decir del regidor “presentó las estrategias, pero no los cómo… era lo mismo que todo mundo promete”, arremetió. El motivo del reclamo de los manifestantes fue el cuestionamiento de por qué retirar a alguien que se desempeña correctamente en su cargo, dejando en duda si el nombramiento recae en un compromiso político, o bien, es una decisión unilateral para favorecer a Francisco Castro Trenti. El presidente municipal Javier Robles Aguirre se deslindó de esos cuestionamientos, asegurando que no se trató de una designación, sino de un proceso aprobado por el Cabildo, entidad que lo eligió para el cargo por su currículum. De igual manera, confirmó que continuará la coordinación entre las tres instancias de gobierno para abatir la delincuencia, enfatizando que se trabajará particularmente en la prevención del delito, ya que Rosarito ha registrado una incidencia en el número de personas adictas a las drogas, o que incurren en asaltos y otros crímenes. Sobre la inevitable relación del nuevo director de Seguridad Pública y su hermano, el próximo diputado por la vía plurinominal, Fernando Castro Trenti, opinó que solo comparten el apellido por su lazo sanguíneo, pero “cada uno tiene una formación dedicada a su área de trabajo”, para rematar: “Ya que comience a trabajar el licenciado Castro Trenti, la gente se va a dar cuenta que no es un motivo político, sino su formación la razón de su cargo”. Agregó que fue el Mayor Vázquez Luis quien solicitó su renuncia al cargo, reconociendo que éste logró disminuir considerablemente los delitos de alto impacto. Por su parte, Castro Trenti pidió a la población su voto de confianza, el cual será determinante para el trabajo de quien fungió como director de Policía y Tránsito Municipal durante la administración hankista en Tijuana. Antecedentes Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Francisco Castro Trenti se inició como agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República en 1990. De 2001 a 2006, se desempeñó simultáneamente como director de Servicios Periciales y responsable de Análisis y Diseño de Estrategias, además de coordinador de la Unidad contra Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). En 2001, la defensa de Jorge Eduardo Ronquillo Delgado “El Niño” -señalado como autor material del asesinato del licenciado Francisco Ortiz Franco- contrató los servicios particulares de Castro Trenti como perito, para deslindar al delincuente del crimen de Alejandro Manjarrez Llanos, secretario particular del ex gobernador sustituto, Alejandro González Alcocer. Siendo titular de la Unidad contra Homicidios, el 11 de octubre de 2005, Castro Trenti fue atacado por un grupo de hombres armados, quienes dispararon con rifles AK47 en más de 50 ocasiones tanto a él como a dos de sus escoltas. Meses después, la investigación del homicidio de la joven Sara Benazir Chavolla Ruiz, ocurrido en diciembre de 2005 en Tijuana, cuestionó la capacidad de Castro Trenti al frente de esa Unidad. El 14 de diciembre declaró que estaban muy cerca de los responsables, que el asesino ya estaba identificado, mas no era posible revelar sus datos. Sin embargo, Fernando Manuel Valencia Pérez, principal sospechoso del crimen, fue liberado al día siguiente. En 2006, tras dejar la PGJE, Castro Trenti fue nombrado por el entonces alcalde de Tijuana y ex convicto, Jorge Hank Rhon, como director general de Policía y Tránsito. El suceso más sonado del efímero director fue el enfrentamiento entre policías estatales preventivos y policías municipales, el 16 de mayo de ese año, cuando un comando de la PEP intentó interceptar el convoy de seguridad de Hank Rhon; entonces Castro Trenti dio órdenes de detener a los policías estatales. Tres días después y luego de dos meses en el cargo, presentaría su renuncia “por motivos personales”.