Es el nombre del presidente de República de Azerbaiyán, el país más grande del Cáucaso, localizado entre Asia y Europa Oriental. Hasta allá fue a parar Óscar Arce, panista bajacaliforniano que preside el Congreso de la Unión en su lapso de receso terminal. En el encuentro, el mandatario musulmán agradeció al Congreso por un acuerdo donde condenó el genocidio sufrido por Armenia a su pueblo. Seguramente experto en relaciones internacionales, Arce aseguró que México siempre está en “la defensa de los derechos humanos”, y ya. De paso, aprovechó para pasear y conocer el misterioso país. Hay que imaginarlo con su piña colada y lentes oscuros frente al Mar Caspio, al norte de Rusia, claro, a cuenta del Honorable Congreso.