Residentes de la colonia El Rubí, específicamente los colindantes a la Avenida Miraflores, deben lidiar con los comerciantes del sobre ruedas que se instalan en gran parte de la vialidad, y ahora, además de invadir sus viviendas y dejar montones de basura, tienen que soportar el influyentismo de algunos empleados municipales. Un vecino de la calle Miraflores reportó a ZETA que aproximadamente a las 10:00 am del martes 17 de julio, un empleado del Ayuntamiento estacionó el vehículo oficial número 03-004 en la cochera de su vivienda. El hombre tardó ni más ni menos que 30 minutos en realizar sus compras en el tianguis, para darse el lujo de dejar los vidrios de las ventanillas abajo, como advirtiendo a los propietarios de la casa que no tardía mucho en “chacharear” en el mercado sobre ruedas. Solo porque el denunciante no tenía prisa en salir de su domicilio, no solicitó el apoyo de la Policía Municipal para que remolcaran el vehículo, ya que éste invadió propiedad privada, aunque a su consideración, “ya casi se meten a la cocina”. Pasada la media hora, el influyente se retiró sin más. Los funcionarios deberían predicar con el ejemplo. Así cómo, pues.