Ni quién le crea el churro al ahora ex secretario general del Gobierno del Estado, Cuauhtémoc Cardona Benavides, quien cacareó su “renuncia” por -así lo dijo- ser “congruente” con sus principios. El jueves 12 por la tarde, anunció su dimisión al cargo, con el pretexto de su interés en la gubernatura de Baja California. El gobernador José Guadalupe Osuna Millán le dio al panista la oportunidad de salir bien librado, con la frente en alto (dizque) y con una buena coartada. Pero en realidad a quien más le interesaba que Cardona dejara el despacho de la secretaría, era al gober y a los priistas que presionaron para ello.