Ya viene la catrina sigilosa
buscando al semanario de Tijuana,
pues quiere que publiquen verso y prosa
que ha escrito este domingo en la mañana.
Con blusa negra y falda de colores
va con pluma y cuaderno bajo el brazo,
inhalando el aroma de las flores
que al corazón lanzara su flechazo.
A columna de Cartaz en el ZETA
le brinda cempasúchil amarillo,
y un poema le escribe en su libreta
al que agrega también un estribillo.
Al semanario orgullo de Tijuana
quiere llegar veloz en bicicleta,
para ver el altar por la mañana
que han construido para algún poeta.
Quizás al gran Ramón López Velarde
quien a la Suave Patria enalteciera,
con mucho amor, entrega y sin alarde
y a su Fuensanta musa quien muriera.
El semanario dice lo que piensa
a la hora de hablar de la noticia,
con libertad, de forma muy intensa
y ofreciendo al lector veraz primicia.
Bellos altares lucen por doquier
recordando a los seres tan queridos,
que se han marchado para no volver
dejando familiares muy heridos.
Calaveras de azúcar y catrinas
vestidas de colores traen recuerdos,
de momentos cual bellas golondrinas
mientras las almas logran mil acuerdos.
Calaverita de Lourdes P. Cabral