Plantas de tratamiento de agua residual sin funcionar, líquido que se derrama tanto en las playas mexicanas como en el canal del Río Tijuana, en cuyo lecho se depositan todo tipo de desechos, son la principal causa de contaminación que desemboca en costas de Estados Unidos y que la autoridad no atiende, avivando con ello un conflicto binacional
Desde hace un mes, los aireadores de varias plantas de tratamiento de aguas residuales de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt) no funcionan, por lo que el líquido se descarga a las cuencas que desembocan al mar sin pasar por el proceso que corresponde para no contaminar; problemática grave que no es reconocida por la dependencia.
Lo que sí reconocen, “porque ya no es posible ocultar”, exponen los ambientalistas de México y Estados Unidos, es el grave problema de contaminación que se genera en la planta de tratamiento de Punta Bandera.
Punta Bandera recibe el 50% del agua residual generada en Tijuana y Playas de Rosarito, es decir, entre 750 a un mil litros por segundo; por lo obsoleto de su equipo y la saturación de lodo que registra, esta planta cumple con su función de tratar las aguas negras que recibe “entre un 40 y el 60%”; registró Germán Lizola Márquez, director de la Cespt.
No obstante, a esta situación admitida como grave, el funcionario no aceptó que Cespt sea responsable de contaminar el mar con descargas de aguas negras, como lo han documentado y señalado vecinos, ambientalistas y autoridades de Estados Unidos, quienes han presentado denuncias en contra de la Comisión Internacional de Límites de Agua (CILA) de la Unión Americana, acciones legales que los protectores del medio ambiente advierten, buscarán replicar en México.
Al problema ambiental generado por las descargas de aguas residuales al mar sin el tratamiento adecuado, se suma la contaminación con desechos de todo tipo arrojados indiscriminadamente en el Arroyo Alamar, el cual confluye en el Río Tijuana.
Con una longitud de 195 km, este río binacional atraviesa la costa del Pacífico de Baja California y el sur de California. Río bajo donde el agua fluye a través de Tijuana por un canal de concreto hasta la frontera internacional, continuando hacia el oeste, a través del valle del Río Tijuana por una distancia de nueve kilómetros.
Este dato proporcionado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dimensiona el tamaño del problema de contaminación que se genera en Tijuana hasta desembocar en un estuario en el extremo sur del condado de San Diego, en el límite con Imperial Beach, ciudad cuyo alcalde, Serge Dedina, ha sido el principal promotor de las denuncias en contra de CILA y que públicamente ha señalado a las autoridades mexicanas de no corregir, sancionar, mucho menos que actúe en el saneamiento de este sistema hidráulico, cada vez más saturado de basura.
CONTAMINACIÓN INVISIBLE SOLO PARA CESPT
La mañana del martes 24 de agosto, el pestilente olor del agua residual que corre por el ducto de drenaje que descarga en distintos puntos que van desde la Sección Costa Hermosa hasta Costa Azul, asentamientos ubicados frente a las Playas de Tijuana, despertó a los habitantes de la zona.
Uno de los residentes, el regidor Manuel Rodríguez Monárrez, también maestro en la preparatoria CETIS 156, documentó junto con sus alumnos, el hecho que hizo del conocimiento público.
Pese a la evidencia, autoridades de Cespt, encabezadas por Germán Lizola Márquez, negaron la problemática, sosteniendo que en una inspección realizada ese mismo día, se realizó un recorrido en toda la costa para evaluar el daño, sin que se haya detectado “ningún problema en el sistema de saneamiento”.
Añadió que de manera periódica se examina el área de playa para detectar descargas irregulares de aguas negras, proceso que, sostuvo, se tiene controlado, a excepción de Punta Bandera, problema para el cual se elabora un estudio para darle solución.
SISTEMA DE TRATAMIENTO SIN FUNCIONAR
Personal de Cespt y especialistas en la materia han documentado y reportado a ZETA, la falta de funcionamiento de al menos cinco plantas de tratamiento de agua residual, la mayoría por descompostura en los aireadores, sistema básico para ejecutar debidamente el proceso de limpia del líquido.
La planta de El Rubí, Urbi Villas del Prado, Santa Fe, Los Laureles y Playas de Rosarito, fueron reportadas con operación intermitente por constantes desperfectos y, en el caso de las tres primeras, fueron señaladas sin funcionar desde hace un mes, aproximadamente.
En un recorrido se evidenció el agua sin tratar en diversos puntos que terminan desembocando ya sea en la canalización del Río Tijuana, o en el mar.
Cuestionado al respecto, el director de Cespt solo reconoció un evento de derrames de aguas negras, el cual registró en la planta ubicada en Playas de Rosarito, la cual “se obstruyó porque vecinos tiran grasas y basura, lo que provocó el azolve”.
Subrayó que las plantas funcionen al 100%, ya que tienen personal “cuidándolas y limpiándolas”.
Manifestó: “andamos mal” en la planta de Punta Bandera, en la cual anunció la inversión de 10 millones de pesos en un estudio integral que marque la pauta para su rehabilitación. El estudio se realiza con recursos aportados por Nadbank, Banobras y Cespt, y consta de cuatro etapas: ingeniería básica, en la que ya se está trabajando para concluirla en octubre de este año; costo beneficio; factibilidad financiera; y asesoría estratégica, detalló el funcionario.
En forma paralela, dijo, “estamos buscando 56 millones de pesos para iniciar el desazolve, ejecutar acciones de saneamiento, limpiar esas lagunas, sacar los lodos porque están saturadas”. Estas acciones podrían iniciar este año con recursos del gobierno del Estado, pero no comprometió monto ni tiempos de ejecución.
Otro proyecto de inversión que anunció, será de 17.6 millones de pesos para la adquisición de equipo de desazolve del sistema de alojamiento de aguas residuales para atender el mantenimiento de la red de alcantarillado de tres mil 500 kilómetros del líquido que pasa por las 16 plantas tratadoras, ubicadas en Rosarito y Tijuana. Precisó que en todas las plantas se da tratamiento a tres mil 528 litros por segundo.
El martes 7 de agosto, el director de Cespt se reunió con el alcalde de Imperial Beach y Paloma Aguirre, directora de proyectos costeros de Costa Salvaje, encuentro que fue testificado por la cónsul de México en San Diego, Marcela Celorio.
El principal tema que se trató fue precisamente las descargas recurrentes de aguas negras que desembocan al mar desde la costa mexicana.
El funcionario planteó estos proyectos de saneamiento y mejora de la infraestructura, lo cual fue cuestionado por Paloma Aguirre, quien acusó a Cespt de solo invertir en estudios para buscar soluciones que nunca ejecuta, “de ahí el severo problema de contaminación”, expuso.
Se dijo decepcionada de que el director desmarque a la dependencia de las descargas de aguas negras, “culpando a los desarrolladores, cuando sabemos que su infraestructura obsoleta y la falta de mantenimiento en sus sistemas son la principal causa. Falta compromiso del director de Cespt por dar solución a este problema de contaminación y de salud pública”, expuso.
La activista no descartó la posibilidad de que, en conjunto con otros organismos ambientalistas, se busque una solución legal al problema, “como ya lo hacen las autoridades de Estados Unidos”.
Indicó que también consideran elaborar un estudio que dé una georreferenciación de cada una de las descargas que se hacen en las costas mexicana, particularmente del área de Playas de Tijuana, “para documentar lo que Cespt niega o no quiere reconocer”.
“La falta de presupuesto es un reto para poder hacer ese tipo de actividades, pero no quiere decir que no lo vayamos a hacer”, advirtió.
LA CRISIS DE CESPT POR MALA GESTIÓN DE DIRECTORES
La realidad es que “el sistema de alcantarillado y el de saneamiento de las aguas residuales presentan un estado crítico de deterioro, debido al descuido y mala gestión de la infraestructura”, señaló el vicepresidente del Sector Hídrico de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Manuel Becerra Lizardi.
“Con esto nos referimos a que no solo hacen falta inversiones para las reposiciones y rehabilitaciones, sino también de una mejora integral de la planeación y de la operación y mantenimiento de estos sistemas de alcantarillado y saneamiento, pero también de los de agua potable”.
En un análisis entregado por CMIC a la Cespt, el especialista concluyó que la crisis de la dependencia deriva de una mala gestión que desde hace tiempo se desarrolla en lo general.
“Los servicios de agua deben ser profesionalizados. No se puede seguir improvisando con gente que no sabe del tema. Solo de esta forma, las inversiones que se vayan ejerciendo podrán tener los resultados esperados”, acotó.
LLANTAS Y ESCOMBROS SON ARROJADOS AL RÍO ALAMAR
En menos de 15 minutos, al menos una decena de camiones de carga, tipo dúmper, arrojaron desechos al lecho del Río Alamar y a un costado del canal por donde corre el afluente, esto mientras el regidor Manuel Rodríguez Monárrez videogrababa la escena, el miércoles 8 de agosto. Pipas descargando líquido, al parecer aguas residuales, también se observaron en la escena.
“Ésta es una de las partes más contaminadas de Tijuana y foco de infección, de un punto que va a desembocar al Río Tijuana y luego al Océano Pacífico, en una cuenca compartida con los Estados Unidos”, asentó, al tiempo que retó a las autoridades de la Cespt a explicar con qué elementos químicos procesan lo que es arrojado al Río Alamar.
El edil hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, particularmente a las ambientales: Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Comisión Nacional del Agua (Conagua), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Secretaría de Protección al Ambiente de Baja California (SPA).
CONAGUA RECONOCE CONTAMINACIÓN Y TAMPOCO ACTÚA
El director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra, reconoció la necesidad de desazolvar el Río Tijuana como una forma “de poner solución a una problemática de salud que se vive en este municipio”.
Para ello, en mayo de este año anunció la aplicación de una inversión de 80 millones de pesos para atender el saneamiento de esta infraestructura hidráulica, así como para mejorar la infraestructura de bombeo en aras de una adecuada conducción hacia las plantas de tratamiento.
A la fecha, la dependencia informó que se invierte en infraestructura de Cespt para mejorar la conducción de aguas negras, pero no dio cuenta de sanciones aplicadas por la contaminación generada en cuencas y en la canalización del Río Tijuana.