Un jurado del Tribunal Superior de San Francisco, California, condenó ayer viernes a la multinacional estadounidense Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a Dewayne Johnson, quien asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición al producto Roundup, que contiene el herbicida glifosato, mismo que ha generado controversia por sus efectos perjudiciales, tanto en la salud de las personas, como en las tierras rociadas.
La demanda está basada en los descubrimientos que datan del 2015, del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mismo que catalogó al glifosato, principal componente de los herbicidas de la productora de agroquímicos y biotecnología destinados a la agricultura Monsanto, como “probablemente cancerígeno”.
Dewayne Johnson aseguró que utilizó el herbicida Roundup de Monsanto de forma frecuente, mientras trabajó como jardinero. El jurado determinó que la multinacional no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar este producto con glifosato. Por ello concluyó que la omisión de las advertencias necesarias fue “un factor sustancial” en la enfermedad del hombre.
El demandante, de 46 años de edad, aplicaba los herbicidas Roundup y Ranger Pro, de la compañía Monsanto, 30 veces al año, es decir, aproximadamente cada 12 días, en un trabajo como jardinero que tuvo en 2012 en escuelas de Benicia, al norte de San Francisco. Un médico le diagnosticó en 2014 un linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que surge en los linfocitos.
Los médicos del demandante aseguraron en el juicio, que a Johnson le quedan meses de vida, mientras que la juez, Suzanne Ramos Bolanos, leyó el veredicto, donde afirmó que Monsanto había omitido advertir al ex jardinero y a otros consumidores sobre los riesgos de cáncer que tenían sus herbicidas.
La juez afirmó que encontraron que el químico sí representó un peligro sustancial y que había pruebas claras y convincentes de que la empresa había actuado “con malicia y de manera represiva”. Asimismo, Brent Wisner, uno de los abogados de Johnson, dijo en un comunicado que los jurados por primera vez habían visto documentos internos de la compañía “que demostraban que Monsanto sabía desde hacía décadas que el glifosato, y específicamente Roundup, podrían causar cáncer”.
Además, Wisner vaticinó que el veredicto en el caso de su cliente podría “cambiar el mundo”. El abogado abundó que Monsanto debe poner “primero la seguridad del consumidor, sobre las ganancias”, y afirmó que el caso de su cliente es el primero de más de 5 mil que podrían ir a juicio.
Sin embargo, Scott Partridge, uno de los vicepresidentes de la multinacional, señaló que apelarán la decisión judicial. “La decisión de hoy no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones científicas respalden el hecho de que el glifosato no causa cáncer y no causó el cáncer del señor Johnson”, aseguró Monsanto, a través de un comunicado.
Por su parte Bayer, nuevo propietario de Monsanto, afirmó que el glifosato es “seguro y no cancerígeno”, ya que “Basándose en pruebas científicas, evaluaciones reglamentarias a escala mundial y décadas de experiencia práctica del uso del glifosato”, el grupo farmacéutico alemán “estima que el glifosato es seguro y no cancerígeno”.
Bayer cerró a principios de junio la compra de Monsanto por 63 mil millones de dólares y casi de inmediato anunció que dejaría de utilizar ese nombre. Clasificado como “cancerígeno probable” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2015, el glifosato se utiliza en diversos productos, siendo el Roundup el más conocido.
-Con información de AFP, BBC y EFE.