La Procuraduría todavía no ha logrado integrar una línea de investigación en el homicidio de José Humberto Félix Méndez, chofer de Uber asesinado mientras trasladaba a turistas estadounidenses en Rosarito. Investigadores saben que se trató de una agresión solo en contra de él, pero todavía no identifican el móvil. En Tijuana suman 90 robos a conductores del servicio, delito que inició justo cuando la plataforma comenzó a aceptar pago en efectivo
En su tercer día como conductor de Uber, José Humberto Félix Méndez fue asesinado de dos disparos mientras trasladaba a tres turistas estadounidenses en Playas de Rosarito, la noche del jueves 30 de marzo.
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Con estudios de ingeniería y un negocio de venta de pinturas abierto recientemente, Humberto era además un digno exponente del tango, lo había practicado años atrás.
Desde su fallecimiento, su padre ha recibido numerosas cartas de alumnos, amigos y compañeros de baile para expresar sus condolencias, pero también su sorpresa ante el homicidio. “Era un ángel de luz, sumamente inteligente, muy generoso, amistoso y lindo”, comparte una de sus familiares entrevistadas para este reportaje.
Tan poco tiempo tenía trabajando como chofer de Uber, que algunas de las personas más cercanas a él, se enteraron de ello hasta que supieron de su muerte.
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La razón de esta ocupación, según declararon familiares a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), era obtener ingresos adicionales. Una de ellas detalló a ZETA que la madre de Humberto requiere tratamiento médico y por ello el joven buscaba recabar más dinero.
SIN LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Poco después de las 10:30 pm del 30 de marzo, Humberto recogió a dos hombres y a una mujer que solicitaron el servicio frente al bar Papas & Beer, en el corazón de la zona turística de la ciudad.
Armas con que han atacado a conductores
Los turistas se encontraban en Rosarito por el periodo vacacional de springbreak. Después de un rato en el bar Club Tequila, les pareció “muy aburrido”, por lo que solicitaron el servicio de transporte para regresar a los condominios Club Marena, donde estaban hospedados.
Humberto llegó en un Nissan Advance blanco, modelo 2017. Vestía saco negro y, según lo que declararon los pasajeros a la PGJE, los impresionó su buen inglés y su amabilidad.
Después de unos minutos de viaje, alrededor de las 11:00 pm, el vehículo cruzó el retén militar ubicado sobre la Carretera Libre Tijuana-Ensenada -los turistas no coinciden en el lugar exacto del ataque-, un automóvil se colocó a un costado y sus tripulantes dispararon en seis ocasiones contra el vehículo.
La reacción de los pasajeros fue agacharse en los asientos. Solo uno de ellos levantó la vista antes que los asesinos huyeran y vio al copiloto sacar la mano del carro para disparar en dos ocasiones más.
Una de las balas rozó la barbilla de Humberto, otra se introdujo en su cuello y una más debajo de su pectoral. Ninguna lastimó a los turistas.
Los pasajeros declararon a la Procuraduría que al preguntar entre ellos si todos se encontraban bien, Humberto respondió que no. Cuando advirtieron la cantidad de sangre que perdía, uno de ellos frenó el vehículo con su mano para orillar el carro. Otro de los hombres se quitó la camiseta y la colocó en el cuello de Humberto para ejercer presión e intentar frenar la hemorragia.
La mujer llamó en dos ocasiones al número de emergencia 911 sin obtener respuesta. Le contestaron hasta el tercer intento, pero ante la tardanza de las autoridades, trasladaron a Humberto a la parte trasera del carro y uno de los pasajeros tomó el volante.
El guardia de Club Marena, ubicado en el Kilómetro 38 de la misma carretera, observó un carro blanco que sonaba el claxon y cuando se acercó, reconoció a los tripulantes, por lo que les abrió la puerta de entrada.
Los turistas le pidieron que llamara una ambulancia, pero cuando los paramédicos arribaron al lugar, declararon a Humberto sin vida.
De acuerdo con la subprocuradora de Justicia en Playas de Rosarito, Patricia Ortega Inzunza, “la forma en que están los disparos, hace pensar que la agresión era en contra del chofer. La agresión fue directa”.
Sin embargo, “no sabemos si lo confundieron o realmente iban detrás de él, se está investigando el entorno del conductor. No podemos establecer todavía una línea de investigación clara”.
Aunque a diferencia de la mayoría de los homicidios que se registran en Rosarito, en este caso hay tres testigos directos, la información que rindieron en sus declaraciones no es muy relevante, explicó la funcionaria estatal.
“Dos dicen que no pueden dar información del vehículo porque estaba muy oscuro, uno dice que era de color gris. No dan mayor descripción ni de cuántas personas iban en el vehículo”, dijo.
No obstante, la PGJE analiza la posibilidad de entrevistar a los turistas en California, Estado donde residen, para obtener mayores detalles del crimen.
NI UN SOLO DETENIDO POR HOMICIDIO EN ROSARITO
El asesinato de José Humberto Félix Méndez es uno de los 25 registrados este año en el quinto municipio de Baja California. A decir de la subprocuradora, la mitad de estos hechos están relacionados con narcomenudeo, o bien, las víctimas no tenían una ocupación fija.
Antonio y Laura
En ninguno de estos casos, incluido el de Humberto, ha habido detenciones de los asesinos, ni siquiera judicializaciones para solicitar órdenes de aprehensión para los presuntos responsables.
La subprocuradora Patricia Ortega Inzunza indica: “Los casos de homicidio son laboriosos, no podemos dejar cabos sueltos. La investigación previa tiene que estar bien para soportar un juicio”.
Uno de los principales problemas para identificar a los presuntos responsables, detalla la subprocuradora, es la falta de información de testigos. En otros casos, existen testigos, pero no declaran por temor o por falta de interés de participar en la investigación.
Fuera de esto, es poca la evidencia que recaba la Procuraduría sobre los homicidios, aunque ha distinguido un rasgo en la mayoría de los ataques armados. Las víctimas presentan disparos en el rostro, lo que habla de la precisión de los atacantes.
La subprocuradora adelantó que, en la investigación del homicidio del conductor de Uber, además de contar con el apoyo de la empresa de transporte para revisar los viajes previos que realizó Humberto, también se cuenta con grabaciones de cámaras de vigilancia que revelan los pormenores de su recorrido.
90 AGRESIONES A UBER EN TIJUANA
De acuerdo con la Subprocuraduría de Justicia en Tijuana, de agosto de 2016 a abril de 2017 se han registrado alrededor 90 agresiones a conductores de Uber.
El 20 por ciento de los casos corresponde a robo de vehículo con violencia, el resto a robo con violencia de pertenencias, usualmente, dinero y teléfonos celulares.
Según el subprocurador de Justicia, Jorge Álvarez Mendoza, estos robos comenzaron a presentarse desde que la plataforma digital inició la opción de pago en efectivo, precisamente en la segunda mitad del año pasado.
La Procuraduría ha logrado integrar 16 expedientes, con uno o dos presuntos responsables, para su judicialización y el inicio del proceso penal contra los imputados. Algunos de los detenidos son sospechosos de haber cometido más de un robo.
“La gran mayoría pide el servicio por medio de la aplicación. En el 90 por ciento de los casos, los choferes llevan menos de 3 mil pesos”, precisó el subprocurador. También señaló que la Zona Este de Tijuana es donde se han presentado más robos.
Una vez que los asaltantes piden el servicio a través de la aplicación, en algunos casos, los correos electrónicos o números telefónicos con que fue dado de alta el servicio, están ligados a ellos, lo que ha facilitado su identificación.
Gracias esta información y al sistema de geolocalización con que cuentan los vehículos, la Procuraduría ha realizado cinco cateos a lugares donde se guardaban carros robados, recuperando así cinco que eran utilizados por conductores de Uber.
Otras de las agresiones incluyen tres violaciones sexuales, dos cometidas contra pasajeras y una contra una conductora del servicio, en marzo y enero de 2017, respectivamente. Dos hombres se encuentran detenidos y bajo investigación por estos delitos.
Fuera de robos y estos dos casos, el 29 de marzo se registró un ataque armado contra un vehículo Uber en la Zona Este. El vehículo recibió un disparo en la puerta, sin que su conductor resultara herido.
De acuerdo con la Procuraduría, no se trató de un asalto, sino que el chofer declaró que minutos antes, había iniciado una riña verbal con el agresor, quien disparó en su contra.
Vehiculo Uber recuperado
PAREJA DE ASALTANTES
De acuerdo con el subprocurador Álvarez Mendoza, frecuentemente se trata de bandas o parejas que se dedican a asaltar a conductores de Uber. Una de ellas es la integrada por Antonio y Laura Elena, de 32 años y 31 años de edad, respectivamente.
Ambos fueron detenidos en enero de este año por un robo cometido el 25 de noviembre de 2016, cuando solicitaron un servicio a través de la aplicación entre las calles Tercera y Cuarta de la Zona Centro en Tijuana.
A diferencia de otros casos, en que los asaltantes desvían a los conductores por caminos poco transitados, desde que abordaron el vehículo, Antonio colocó un arma de fuego a la altura de la costilla del conductor. Luego le exigieron tomar la Vía Rápida hasta el fraccionamiento Infonavit Latinos. Una vez ahí, le quitaron el maletín donde guardaba 3 mil 200 pesos en efectivo, producto del pago de sus viajes, así como dos teléfonos celulares y documentos personales, para despojarlo del automóvil y darse a la fuga en él.
El carro fue recuperado al día siguiente, ya que otro conductor de Uber reconoció la unidad robada y, cuando los asaltantes notaron que los seguían, abandonaron el auto para escapar a pie.
Éste es uno de los 16 casos en los que la Procuraduría ha obtenido órdenes de aprehensión contra presuntos responsables para iniciar proceso penal en su contra.
