13.6 C
Tijuana
miércoles, febrero 21, 2024
Publicidad

Tercer Informe de Peña: 57 mil 410 ejecuciones

El discurso del “México en paz” y la ausencia de una estrategia pública e integral de combate al narcotráfico y el crimen organizado en la administración de Enrique Peña Nieto, han redundado en un incremento de asesinatos producto de la violencia y la inseguridad en el país. Hasta alcanzar, en los primeros 32 meses del regreso del Partido Revolucionario Institucional a Los Pinos, la cifra de 57 mil 410 homicidios dolosos. Si comparamos este número con los primeros 32 meses del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, o con los tres últimos años del gobierno panista, la cifra de Peña supera el pasado inseguro. El Secretariado Ejecutivo reportó 33 mil 347 averiguaciones previas por homicidio doloso entre el 1 de diciembre de 2006 y el 31 de julio de 2009, es decir, en los primeros 32 meses del calderonato; mientras tanto, la misma institución registró 47 mil 988 averiguaciones previas y víctimas por homicidio doloso del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015, también en los primeros 32 meses del actual sexenio. Al llegar ambos mandatarios a su Tercer Informe de Gobierno, oficialmente Peña superó a Calderón con 14 mil 641 asesinatos intencionales. Asimismo, mientras en el sexenio de Felipe Calderón, ZETA documentó 83 mil 191 ejecuciones, Enrique Peña Nieto llegó a 57 mil 410 solo en 32 meses; es decir, de mantenerse el promedio de mil 794 asesinatos mensuales, el mandato peñista registrará alrededor de 130 mil asesinatos intencionales. Pero si comparamos los primeros tres años de administración de Peña, con los últimos tres de Calderón, considerando que la inseguridad arreció al final del sexenio pasado, la actual administración priista tampoco sale bien parada. De 2010 a octubre de 2012, el último trienio de Felipe Calderón Hinojosa, se contabilizaron 61 mil 775 asesinatos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. Durante los 32 meses de Peña, de 2012 a julio de 2015, los muertos han caído por cientos hasta llegar a 57 mil 410; si se considera el promedio de mil 800 homicidios dolosos por mes, para octubre de 2015, la cifra en el gobierno de Peña habrá alcanzado la cifra de 62 mil 810 ejecutados, y para diciembre se situaría en 66 mil, sobrepasando en cualquiera de los dos escenarios, lo acontecido en el último trienio de su antecesor. La diferencia en la política de combate a la inseguridad entre uno y otro gobierno es sustancial. Mientras la seguridad fue el eje del sexenio de Calderón, las reformas lo han sido de Peña. Ni una ni otra funcionaron.   EPN supera a Calderón Comparando las estadísticas oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros 32 meses de gobierno, al llegar el Tercer Informe de Gobierno de ambas administraciones, el sexenio de Enrique Peña Nieto supera a la gestión de Felipe Calderón: El Secretariado Ejecutivo reportó 33 mil 347 averiguaciones previas por homicidio doloso entre el 1 de diciembre de 2006 y el 31 de julio de 2009, es decir, en los primeros 32 meses del calderonato; mientras tanto, la misma institución registró 47 mil 988 averiguaciones previas y víctimas por homicidio doloso del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015, también en los primeros 32 meses del sexenio. En otras palabras, al llegar ambos mandatarios a su Tercer Informe de Gobierno, oficialmente EPN superó a Calderón con 14 mil 641 asesinatos intencionales. Asimismo, mientras en el sexenio de Felipe Calderón, ZETA documentó 83 mil 191 ejecuciones, Enrique Peña Nieto llegó a 57 mil 410 solo en 32 meses, es decir, de mantenerse el promedio de mil 794 asesinatos mensuales, la gestión peñista registrará alrededor de 130 mil asesinatos intencionales. Los ejecutados de Peña se resumen así: 2012: 2 mil 325 (Únicamente el mes de diciembre, dado que tomó posesión el día 1 de ese mes). 2013: 23 mil 928. 2014: 20 mil 276. 2015: 10 mil 881 (Hasta julio de 2015.) En total, 57 mil 410. Considerando el promedio de ejecuciones por mes en la República (mil 800), al finalizar 2015, la cifra de homicidios dolosos alcanzará la de 2014. En los números se refleja que la estrategia de la aprehensión de las cabezas criminales no disminuye la inseguridad y la violencia en el país. Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue recapturado en febrero de 2014, año en que las ejecuciones, aun por debajo de 2013, registraron una cifra alta: 20 mil 276. Ante la fuga de Guzmán, en julio de 2015, el año concluirá en números similares, en tratándose de las ejecuciones. La retirada de las Fuerzas Armadas en retenes, puntos de revisión y patrullaje en carreteras federales y ciudades de México, tampoco incidió en una disminución en el número de asesinatos. Lo que ha variado en el sexenio peñista, es la movilidad de la violencia. Si en la pasada administración, la sangrienta guerra de cárteles y delincuentes organizados estaba en el norte del país, en la actual, la inseguridad se mudó al centro y al sureste. Salieron de los primeros cinco sitios de Estados con mayor violencia, Sinaloa y Baja California, y entraron Jalisco y Michoacán. La suma de 57 mil 410 ejecutados en los primeros 32 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto es producto de una investigación de datos de ZETA, basados en registros del Secretariado Nacional, el INEGI, procuradurías estatales, institutos forenses, asociaciones civiles y estadísticas municipales de medios de comunicación y otras autoridades. Se consideran como homicidios dolosos, las ejecuciones, los asesinatos producto de enfrentamientos armados, los homicidios-agresiones, los asesinatos intencionales producto de reyertas por narcomenudeo, cuerpos amorfos o irreconocibles localizados en narcofosas, que fueron incinerados, desmembrados, desollados o colgados.   Los cinco peores Estados, los cinco menos malos La cuna del peñismo, el Estado de México, es la entidad donde más asesinatos se han registrado en 32 meses de gobierno de Enrique Peña. Ocupa el lugar número uno de la lista en la investigación de ZETA, con 7 mil 771 homicidios dolosos. De continuar al promedio, logrará los más de 16 mil ejecutados que durante el sexenio pasado ubicaron a Chihuahua en ese deshonroso lugar. La impunidad en México, principal factor que permite a los sicarios de los cárteles de la droga y de las organizaciones criminales continuar con las matanzas, ubica a los siguientes Estados como los más violentos: En segunda posición, Guerrero con 5 mil 242 homicidios dolosos; Chihuahua en el tercer escalón con 4 mil 742 ejecuciones; Jalisco en cuarto lugar con 3 mil 492 muertos; y Michoacán con 3 mil 304. En contraparte, los Estados de la República Mexicana que registran menos asesinatos intencionales, son: * Aguascalientes, 123 homicidios dolosos en 32 meses. * Yucatán, 133. * Campeche, 195. * Tlaxcala, 223. * Baja California Sur, 247.   Peña: el pendiente de la seguridad Ni en uno ni en dos años, tampoco en dos años y ocho meses de gestión, el gobierno de Peña Nieto ha podido bajar la incidencia delictiva relacionada con los homicidios dolosos, tal como lo pregonó durante su campaña y en primeros meses de administración. Al inicio de su sexenio, el gobierno peñista gozó del beneficio de la duda de los más escépticos, ante la promesa de que “en un año” su gobierno empezaría a ofrecer resultados de su “estrategia” contra la inseguridad, sobre todo en la disminución de los delitos de alto impacto, como son los homicidios dolosos. Lamentablemente, la “estrategia” del sexenio priista durante estos primeros 32 meses ha sido decretar, a través del discurso repetido en 2013, 2014 y 2015, una “incidencia delictiva a la baja”, o que se ha “reducido a su mínima expresión”. Primero, en 2013 Peña Nieto declaró en el Foro de Davos: “Ha habido una disminución real en el número de homicidios que se cometen en nuestro país, una disminución de prácticamente el 30 por ciento de homicidios vinculados al crimen organizado, lo cual nos resulta alentador”. <p align=”left”>Luego, en 2014, Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, declaró el 29 de julio de ese año: “La violencia se ha reducido a su mínima expresión”. Y en 2015, continuó la misma perorata: “‘Sin duda los niveles de violencia que se están registrando, están disminuyendo, sobre todo los homicidios y secuestros”, opinó Peña Nieto el 11 de junio en una entrevista a EFE en Bruselas, sin respaldar su dicho con estadísticas. Pero la campaña de imagen en las entrevistas a medios extranjeros no ha funcionado del todo, o por lo menos, los datos duros reflejan lo contrario a la versión oficial. La realidad es que de manera global, las ejecuciones van en aumento.   Gobierno de EPN oculta por lo menos 9 mil 422 ejecuciones   La administración de Enrique Peña Nieto llegó a su Tercer Informe de Gobierno ignorando el verdadero problema de la violencia que se evidencia todos los días en el país en homicidios dolosos. Recurriendo como metodología a la comparación de las estadísticas del Secretariado Ejecutivo con la información que a este Semanario proporcionan institutos forenses en el interior del país, servicios médicos forenses, procuradurías y fiscalías, unidades de servicios periciales, registros periodísticos de los Estados y asociaciones civiles de familiares de las víctimas, ZETA documentó 57 mil 410 homicidios dolosos en 32 meses de gobierno de Peña Nieto, entre el 1 diciembre de 2012 y el 31 de julio de 2015; la cifra incluye “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones”, los homicidios dolosos producto del narcomenudeo y hasta aquellos cuerpos amorfos e irreconocibles de los que “no hay denuncia”, tal como argumentan funcionarios de las procuradurías y fiscalías al referirse a los desenterrados de narcofosas, incinerados y desmembrados, porque “nadie reclama los cuerpos”, como diría a este Semanario un funcionario de la Fiscalía General del Estado de Veracruz. Una de las conclusiones de la investigación de ZETA, es que el gobierno de Enrique Peña Nieto continúa en su afán de ocultar la cantidad real de asesinatos intencionales: El Secretariado Ejecutivo informa solo de 47 mil 988 homicidios dolosos, entre víctimas y averiguaciones previas, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015, mientras tanto, este Semanario documentó minuciosamente 57 mil 410 homicidios intencionales, es decir, el Gobierno de la República oculta por lo menos 9 mil 422 ejecuciones.   INEGI contra SEGOB   A pesar que desde 2014 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Información, dependiente de la Secretaría de Gobernación, empezó a registrar víctimas de homicidio doloso -en años anteriores solo reportaba averiguaciones previas que contenían uno o más asesinatos intencionales-, el total que ese año reportó el Gobierno de la República es inferior a la estadística del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En tanto el INEGI registró 19 mil 669 homicidios dolosos en 2014, el Secretariado Ejecutivo reportó nada más 17 mil 324 víctimas por el mismo delito; es decir, el Gobierno de la República no reconoció por lo menos 2 mil 345 asesinatos intencionales. De igual forma, el INEGI informó en julio último que obtuvo sus estadísticas a partir de las defunciones que registran las 4 mil 799 oficialías del Registro Civil y mil 185 Agencias del Ministerio Público que mensualmente proporcionaron la estadística; en tanto el Secretariado Ejecutivo solo vacía la información que le envían las procuradurías y fiscalías de las 32 entidades federativas, sin cotejar si realmente es la cantidad correcta.   Estado de México, el terror   Durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) Chihuahua fue el Estado más violento con 16 mil 467 ejecuciones documentadas por ZETA, en tanto que en la administración de Enrique Peña Nieto, el Estado de México, gobernado por el priista Eruviel Ávila, es ya la entidad federativa más sangrienta con 7 mil 771 homicidios intencionales en apenas 32 meses. Incluso, el Estado de México que en el sexenio calderonista ocupó el cuarto lugar en ejecuciones con 4 mil 532, en la administración peñista desplazó a Chihuahua, Sinaloa y Guerrero en los primeros 32 meses de gestión. Después del Estado de México, las entidades federativas más sanguinarias son: Guerrero con 5 mil 242 homicidios dolosos ocupando el segundo lugar; le sigue Chihuahua con 4 mil 742 en tercer escaño; en cuarto lugar Jalisco, con 3 mil 492; y Michoacán con 3 mil 304 en el quinto escalón.   El lamentable caso de Veracruz   Uno de los casos más emblemáticos por su inseguridad, que coincide con la gubernatura de Javier Duarte de Ochoa y el sexenio de Enrique Peña Nieto, es indudablemente el Estado de Veracruz. La entidad federativa veracruzana concluyó el sexenio federal de Felipe Calderón en el lugar número 16, con mil 714 ejecuciones entre el primero de diciembre de 2006 y el 30 de noviembre de 2012; mientras tanto, en los primeros 32 meses de la administración peñista se ubica en el décimo lugar de los Estados más violentos, con 2 mil 189 homicidios dolosos, solo superado por Estado de México (7,771), Guerrero (5,242), Chihuahua (4,742), Jalisco (3,492), Michoacán (3,304), Sinaloa (3,119), Distrito Federal (2,831), Tamaulipas (2,465) y Baja California (2,244). El Estado de Veracruz también es claro ejemplo de opacidad de las estadísticas reales en cuanto a homicidios dolosos: lamentablemente, el gobierno de Javier Duarte ha informado al Secretariado Ejecutivo nada más sobre mil 786 averiguaciones previas y homicidios dolosos entre el 1 de diciembre de 2012 y el 31 de julio de 2015; ZETA documentó 2 mil 189 en el mismo periodo, es decir, la administración de Duarte no reportó en ese lapso por lo menos 403 asesinatos intencionales.     Homicidios dolosos en el sexenio de Enrique Peña Nieto (Del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015)   LUGAR ESTADO TOTAL 1 Estado de México 7,771 2 Guerrero 5,242 3 Chihuahua 4,742 4 Jalisco 3,492 5 Michoacán 3,304 6 Sinaloa 3,119 7 Distrito Federal 2,831 8 Tamaulipas 2,465 9 Baja California 2,244 10 Veracruz 2,189


Publicidad


Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas