Al menos cien migrantes indigentes han encontrado, en el caos de la administración de Tijuana, un lugar donde vivir con vista al mar del Pacífico. La falta de oportunidades los llevó a ocupar y amueblar las cuevas de los riscos de Playas. Algunos construyeron chozas en donde descansan, cocinan y departen con una comunidad creciente que vive en condiciones de indigencia en la zona Costa de Baja California, desde la zona de los Arcos hasta el Vigía.