Cuando le diagnosticaron el síndrome mielodisplásico, Gonzalo Vega sabía que su enfermedad no tendría cura, sin embargo, luchó hasta el último momento por mantener su calidad de vida. Siete años después el actor pierde la batalla. En una ocasión le preguntaron cómo quería ser recordado: “Con mucho sentido del humor, con una sonrisa… creo que el sentido del humor gobierna el bienestar del hombre”