Observando las invasiones, colonias y fraccionamientos de esta frontera, no puede pasar por desapercibido la cantidad de jóvenes, adultos hombres y mujeres, incluso menores de edad que vagan perdidos por calles, callejones, veredas, arroyos y cerros de Tijuana. No trabajan, aun si se les ofrece un empleo. No estudian porque su vida tomó otro rumbo […]