Recordar tantas vivencias de mi pueblo, costumbres vivas en mi pensamiento, personajes que se pierden en la bruma, en la distancia, el olvido o en el tiempo. Amanecer con un ponche en el mercado de Doña Nanda, esos ricos calientitos; probar temprano un menudo con Piedad o comprarle a Polin unos ricos panecitos. […]