Mandatarios, diputados y funcionarios de primer nivel no registran oficialmente propiedades a su nombre, ya sea porque las donaron, vendieron, o bien, nunca han tenido propiedad alguna, lo cual levanta la sospecha -en algunos casos- de ocultamiento de propiedades. Para Luis Irineo, ex secretario del SEA, los funcionarios viven en algún lugar y esto debe ser público