Tongolele me cimbraba. Ninón Sevilla era una sonrisa hecha rumba. Pero Rosa Carmina, ¡ay! Puritita belleza. Morenaza. Cinturita y caderón. Cuerpazo. Pierna larga. Señora Tentación. Sensual. Se pusieron de moda en los últimos cinco años de los cuarentas. Les decían exóticas. También ombliguistas. Pero eran rumberas. Lo máximo. Entonces y ni modo, me conformaba con […]