Todos aquellos que tenemos la fortuna de ser mamá o papá, no hay cosa que nos preocupe más que el bienestar de nuestros hijos. Durante más de un año que inició la pandemia, hemos intentado hasta donde nos sea posible protegerlos y evitar que se contagien de COVID. La suspensión de clases en su momento fue una decisión por demás acertada ante el peligro y la incertidumbre del virus.