La prensa tiene la misión de guiar a los gobernantes, de censurar sus errores y faltas, decir lo que le parece mal y promover el bien, no el del gobierno, sino el de la nación. Tiene la misión de examinar las medidas y leyes, de apuntar los inconvenientes, de condenar los abusos de autoridad. Tiene una misión organizadora, una misión de orden, mejorías y progreso, de razón y legalidad.