Explorar la propia sexualidad, aumentar el placer, añadir variedad, romper la monotonía o simple curiosidad, son algunas de las razones por las que las personas, ya sea a solas o en pareja, utilizan los juguetes sexuales. Pero para que el juego no tenga consecuencias negativas, como infecciones, lesiones o exposición a materiales tóxicos, es necesario tomar algunas medidas preventivas.