Este recién episodio perverso de secuestrar los donativos de grupos ciudadanos, religiosos, caritativos y civiles tras el huracán Otis, para que se los apropiaran sólo su partido Morena, el ejército, Marina y Guardia, y luego hacer “raja” de propaganda por adornarse con sombrero ajeno de ser los bondadosos, lo exhibió de tan grotesco.