Hace un par de días, Marcelo Ebrard -muy ufano- publicaba la recepción de 150 mil dosis de la vacuna Sputnik V, y aseguraba que “gracias a esto podemos tener la posibilidad de mejorar nuestras vidas, entre la incertidumbre de la pandemia”. Sin demeritar sus albricias, es importante que el canciller atienda la agenda de la protección de nuestros connacionales en el extranjero con el mismo esmero.