Estos cambios implican que la transparencia no se limita a lo establecido por Ley, sino también a la divulgación proactiva de información no obligatoria y la generación de espacios para la participación activa de la ciudadanía en el ejercicio de lo público.
Esta relación entre la democracia y el acceso a la información nos recuerda que, en nuestro país, este derecho encuentra su origen precisamente en el desarrollo democrático nacional.
La importancia de este proyecto no radica sólo en la construcción de conocimiento, sino también en su alcance, habiendo colaborado con más de 50 instituciones de educación superior y recorrido 26 entidades federativas.
Este 12 de julio se celebra en México el Día del Abogado, lo cual me motiva a dedicar estas líneas al gremio de las y los profesionales del derecho, al cual tengo la honra de pertenecer, y compartir algunas reflexiones.
En los últimos años, la transparencia proactiva se ha instalado como la frontera en este ámbito y seguimos avanzando en ella. La misión de los organismos garantes de transparencia es trabajar para que esta práctica se convierta en la norma y no en la excepción.
En México, las estadísticas son alarmantes. El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, reporta que cada día mueren 173 personas a consecuencia del tabaquismo, un problema que cuesta 187 mil 499 millones de dólares anualmente al sistema de salud y la economía.