La película dirigida por Bong Joon-ho marcó pauta del desarrollo audiovisual de Corea del Sur y su nueva ola cinematográfica, al obtener cuatro premios Oscar, incluyendo Mejor Guion Original, Mejor Película Internacional, Mejor Director y Mejor Película, hecho que cambió la historia de la Academia, convirtiéndose en el primer filme de habla no inglesa en alzare con el galardón más importante.