Ella creía que era un castigo divino. Cuando me lo dijo sentí como si trajera una piedra en la garganta. Hablaba tan quedito. Entre angustia y susurro. Me imaginé: Nada más faltaba que le saliera polvo por la boca. “Dios me ha castigado”. Y llorando me entregó un casete. “Es una grabación. Allí está la […]