En el centro del libro está la figura del “intelectual público”, como lo define Jorge Castañeda en el prólogo. Es la figura de ese pensador comprometido con su sociedad y su momento, crítico ante los excesos de un gobierno, apasionado ante una realidad muchas veces adversa, dispuesto siempre a servir de intermediario ante la irrupción de conflictos.
Este título ofrece una lectura rica, amena, llena de matices y anécdotas de personalidades de tres ámbitos que tienen un punto en común: construir puentes de entendimiento, rutas de pensamiento y perspectivas críticas desde su rincón del mundo.