Con la formación de estos grupos y las disputas por las plazas y las rutas del narcotráfico, se contribuyó a una mayor competencia entre estas organizaciones delincuenciales, pero también a un incremento sensible y peligroso entre las mismas.
Francisco Ortíz, editor general del Semanario ZETA, fue asesinado el 22 de junio de 2004. Ninguno de los gobiernos federales de entonces y ahora han dado justicia a su caso
Autoridades congelaron la investigación del homicidio del editor de ZETA, Francisco Ortiz Franco, por dos décadas. Durante tres años incumplen compromiso de reparación del daño a su familia
“La religión, la libertad, la venganza, no importa; basta una palabra para arrastrar el género humano a una carnicería; algunas frases facciosas, inventadas y...
En últimos cuatro años se han registrado 912 linchamientos, según Causa en Común A.C. México, tercer lugar latinoamericano, después de Guatemala y Bolivia. Son Puebla, Edomex, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca y Tabasco, estados linchadores. Estadísticas difieren por no tratarse de un tipo penal definido. Policía espectadora, por miedo a ser atacada por la muchedumbre
En reacción a una columna del Semanario, Jorge Alberto Muñoz Escudero fotografió a un periodista de ZETA, tachándolo de “amarillista”, amenazándolo a gritos de “vas a ver”. El caso ya fue denunciado ante a FGE, Artículo 19 y el Sistema de Protección a Periodistas en Baja California.
¿A quién quieren engañar? Lo que sucede un día sí y otros también le propina una bofetada en pleno rostro al pretendido cambio y a la falsa transformación que presume AMLO y todo su aparato de gobierno.
En el mismo mes, pero el día 17 en Salvatierra, Guanajuato, otra vez atacó el narco. Asesinó a 12 personas que celebraban una posada y dejó heridas a 14 más. El caso, a pesar que hubo testimonios de los sobrevivientes sobre cómo y por qué sucedieron los trágicos hechos, continúa en la impunidad.
En el podcast hablamos de los policías de Tijuana buscados por asesinato, incluyendo el caso de la activista Angelita en Tecate; también del secuestro de 66 en Culiacán, Sinaloa; de las demandas contra Issstecali por no atender casos de cáncer y del caos vial.
Desde el desierto de Atacama, en Chile, hasta Sonora, México, estas increíbles mujeres tienen todo en común. Son víctimas de gobiernos ausentes, ineficaces, de sociedades indiferentes, insensibles, apáticas y de vacíos. Ellas, que están removiendo todo en sus búsquedas para encontrar lo que este mundo les ha quitado, en su camino nos aleccionan directamente a todos.