Fue en 2007 cuando para varias generaciones se marcó un antes y un después con la publicación del último libro en la saga de Harry Potter. Viene a mí la memoria de la pubertad, leyendo traducciones no autorizadas en blogs de fans, quienes con ímpetu y sin fines de lucro se dedicaron a traducir capítulo tras capítulo (ante la previsible y larga espera de la versión oficial en español, disponible hasta un año después).