La salida de Durazo dio paso a dos sucesos en la Secretaría de Seguridad: la concreción de la Guardia Nacional y con ello la eliminación de la Policía Federal, y la llegada de Rosa Icela Rodríguez a la titularidad en la materia. A la postre, la Guardia Nacional sería militarizada y, sin pena ni gloria, ni buenos resultados, Ramírez fue nombrada secretaria de Gobernación.