Con el paso del tiempo, la lectura, las enseñanzas prácticas, el ejemplo de amigos escritores que dejan su vida en el empeño por dejar a todas las generaciones la memoria histórica de sus pueblos y comunidades... se llega a reconocer frases memorables como Yo solo sé, que no se nada con Sócrates; o su alumno Aristóteles, qué tanto puedo llegar a saber. Hay que reconocer no solo que la vida pasa en breve y que no es mucho lo que uno puede aprender.