Consagrado por experimentar con la cumbia colombiana fusionada con música norteña, rap, ska y reggae, “El rebelde del acordeón” dejó este mundo y su espíritu creativo para musicalizar otro. Cerró sus ojos en la tierra que los abrió, heredándole más de 25 álbumes que describen su intachable aportación, entre ellos, con la Orquesta de Baja California