A bordo de tres sedan Kia y un pick up blanco, asignados a la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana de Baja California, un grupo de agentes estatales, incluida una mujer, habrían robado 180 kilos de cocaína en Tijuana. Lo hicieron en complicidad con el Lico y el Apache, del Cártel Arellano