Ante la monopolización del transporte público, la clase de los trabajadores debe luchar solo por sí misma, por la satisfacción de sus necesidades contemporáneas.
Todos los miserables cuervos de la burguesía graznan en el mismo tenor. Culpan, todos ellos, a los “traficantes de indocumentados”. Siempre en estos casos los guías de personas que tratan de internarse en Estados Unidos para ir a ofrecer su fuerza de trabajo son usados como cabeza de turco.