Lo preocupante es que, ante la ceguera institucional, se prefiere invertir tiempo y aparentemente recurso en indagar la línea editorial de un medio de comunicación para prever las investigaciones periodísticas que se publicarán, en lugar de ordenar una investigación interna para comprobar o desechar los señalamientos de corrupción, sobornos y complicidad de funcionarios de la FGE con miembros del narcotráfico en Baja California