Con amenazas de muerte en mantas colgadas en espacios públicos -las cuales no son investigadas- y asesinatos de músicos que rara vez son resueltos, el crimen organizado impone su voluntad y decide cuáles bandas y cantantes se presentan. Bandas, cantantes, representantes y empresas del regional mexicano son señalados por presuntos vínculos económicos con operadores de los cárteles; autoridades no los investigan