Rodrigo Hidalgo, vecino del Bar “Cheers”, ubicado en Plaza de Arona, en el bulevar Rodolfo Sánchez Taboada, denunció a ZETA que vive incómodo por los decibeles que emite la música del lugar, pues es sobreviviente del Síndrome Guillain-Barré, por lo que el ruido afecta su sistema auditivo y nervioso.