Desde los 15 años, Andrew Paul Tahmooressi es adicto a la marihuana. Gracias a eso y al diagnóstico de trastorno de estrés postraumático, la Procuraduría General de la República (PGR) y el juez Octavio Luna Escobedo lo absolvieron de introducir un rifle de asalto de uso exclusivo del Ejército y dos armas de fuego más al país. “Andrew Paul Tahmooressi, a los quince años, de acuerdo a los antecedentes patológicos y de padecimiento actual de los dictámenes médicos, inició su cuadro de consumo a la mariguana y a los 18 años, se le diagnosticó con TEPT al ingresar a las fuerzas armadas”, dictamina la resolución de la causa penal 114/2014 en el Juzgado Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales en Baja California, del 31 de octubre de 2014. El documento en poder de ZETA. En otros acusados penales se considera un agravante, por ejemplo, el estar intoxicado, pero en el caso del ex Marine fue motivo para justificar su libertad. De acuerdo a dictámenes médicos presentados ante el Juzgado, psiquiatras evaluaron el comportamiento de Tahmooresi como “impulsivo, con continua acumulación de armas de fuego, debido a la desconfianza y paranoia que presentaba”. Bajo esas condiciones, el norteamericano entró a territorio mexicano con tres armas cargadas. Incluso, los razonamientos del Ministerio Público y del Juez, difieren de la propia opinión de su abogado defensor, Federico Benítez. “El síndrome de estrés postraumático es una condición grave, aunque Tahmooressi lo padece, no es una condición que te excluye de entender la diferencia entre el bien y el mal. Como defensa, no lo usaría”, consideró el litigante al término de la audiencia de su cliente, el 4 de agosto de 2014. Sin embargo, el agente del Ministerio Público Federal, Mario Alberto Galindo Gutiérrez declaró que el ex Marine “actuó bajo los efectos de graves perturbaciones psíquicas que le impidieron conocer la criminalidad del acto y dirigir sus acciones, por lo que su capacidad se encontraba anulada”, de acuerdo al documento del Juzgado. De ahí que Octavio Luna Escobedo, como juez, determinara “El Estado mexicano no tiene competencia para decretar las medidas dirigidas a proteger y restaurar la salud de Andrew Paul Tahmooressi, en virtud del TEPT (trastorno de estrés postraumático) que padece y que lo llevó a realizar una conducta ilícita en territorio mexicano”. La información completa en el reportaje “Caso Tahmooressi: La burla” que aparece en la edición de ZETA en circulación a partir de hoy 7 de noviembre.